Según los testigos, los restos aparecieron hace años durante la realización de unas obras en un chalet situado en las inmediaciones del Camí de Coves Blanques. | Teresa Ayuga

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El Ajuntament de Pollença investiga en colaboración con la Direcció Insular de Patrimoni el posible hallazgo de una fosa común en el jardín de una vivienda de la Cala Sant Vicenç situada a pocos metros de la carretera de Coves Blanques. Esta vía fue construida en la Posguerra por centenares de presos republicanos.

De confirmarse esta hipótesis, estaríamos ante la primera fosa común del franquismo en el municipio. En la Cala Sant Vicenç se han encontrado anteriormente restos óseos, pero de época pretalayótica y del siglo XI, estos últimos en la zona de Can Botana.

La Policía Local de Pollença y el Ajuntament investigan el caso desde que el pasado mes de julio un trabajador retirado de la construcción contactara con Ultima Hora y asegurara consternado que había mantenido silencio por miedo durante años, pero que realizando unas obras en un chalet de la Cala habían salido numerosos restos humanos y de ropa, zapatos y cinturones entre otros.

Este hombre, muy afectado, aseguró que no podía continuar con esa «carga» y que, aunque en su momento les pidieron silenciar el caso, quería «hacer justicia».

Advertidos sobre este testimonio el alcalde Miquel Àngel March, el investigador y Guardia Civil en la reserva Joan Torres y el historiador, Pere Salas, contactaron con la policía e informaron también a la Guardia Civil.

A lo largo de estos meses se ha hallado al menos un segundo testimonio oral que confirma la versión ofrecida por el testigo inicial. El alcalde de Pollença, Miquel Àngel March, confirmó esta semana que el caso está ahora en manos de Patrimoni.