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EFE-WASHINGTON El científico italiano Severino Antinori confirmó ayer en Washington que intentará clonar a un ser humano y que todas las complicaciones que ponen los expertos opuestos a ese experimento, «no han podido ser demostradas». Antinori cuenta con la oposición de la comunidad científica. Ya que expertos en clonación humana de EE UU, Europa y Japón expresaron ayer su oposición a la clonación humana por los peligros que encierra, en el mismo encuentro en el que Severino Antinori anunció sus planes para clonar a una persona.

Asimismo, la Iglesia también se ha manifestado en contra del proyecto de Antinori. El Vaticano ha comparado la clonación de bebés del ginecólogo trasalpino con los experimentos nazis. Igualmente, el creador de la oveja Dolly advierte que su técnica sólo tiene un 1% de éxito. La Academia Nacional de las Ciencias de EE UU comenzó ayer en Washington una reunión sobre la clonación, en la que se pretenden sentar las bases para una moratoria a la clonación humana, a la que se opone la mayoría de la comunidad científica.

Rudolph Jaenisch, Alan Colman, Peter Farin y Ryuzo Yanagimachi, todos ellos expertos en las facetas bioquímica y veterinaria de la clonación animal, han declarado su oposición a la clonación humana porque puede reproducir los defectos observados en animales. Antinori, un ginecólogo conocido mundialmente porque ayudó a una mujer italiana de 62 años a quedarse embarazada, participa en los debates sobre la clonación humana que ayer y hoy se celebran en la Academia Nacional de las Ciencias de EE UU, en Washington.

El científico italiano, que anunció recientemente la clonación de 200 niños en EEUU para ayudar a parejas estériles, no quiso desvelar en qué momento podría iniciar el proceso ni dónde, pero su compañero Panos Zavos indicó con anterioridad que podría ser en noviembre. «Tenemos experimentos en China y en Japón que han demostrado pocas anomalías», dijo Antinori, que consideró que «si prohíben la clonación humana, volveremos a la Edad Media». El debate sobre la clonación humana ha generado muchas controversias en la comunidad científica, pero también en la sociedad por sus aspectos religiosos y éticos.