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AFP-TENERIFE En total son 148 los inmigrantes que arribaron ayer en un cayuco a la playa de El Médano, en el sur de Tenerife, informó a Efe la Delegación del Gobierno.

De los 148 «sin papeles» que llegaron a la playa en la barcaza por su propios medios, uno tuvo que ser traslado a un hospital por los servicios de urgencia canario por sufrir deshidratación.

La misma fuente agregó que entre los ocupantes del cayuco, seis podrían ser menores de edad.
La barcaza arribó a la playa santacrucera sin ser detectada a las 06.30 horas (local) y vecinos de El Médano, en el municipio de Granadilla de Abona, avisaron a la Guardia Civil y Policía Nacional de la llegada de los inmigrantes.

Nada más llegar los ocupantes de la barcaza se dispersaron por la zona, pero posteriormente fueron localizados por los agentes y atendidos por la Cruz Roja.

Parlatino
Por otra parte, el Parlamento Latinoamericano (Parlatino), que reúne a representantes de 22 países de la región, rechazó la directiva europea de retorno de inmigrantes y acordó establecer «posiciones conjuntas» para lograr que se modifique. El Parlatino manifestó en un comunicado difundidoayer su acuerdo con la declaración del presidente del organismo, el senador chileno Jorge Pizarro, en la que solicitó la revisión de esa normativa y la creación de un observatorio de la inmigración para supervisar este fenómeno.

Las nuevas reglas de inmigración de la Unión Europea son justas y el bloque está más abierto a aceptar extranjeros que algunos de los países de América Latina que están protestando por los cambios, dijo el viernes el presidente de la Comisión Europea. Las nuevas normas permiten, entre otras medidas, la detención de indocumentados por hasta 18 meses en los países de la Unión Europea.

La Comisión Europea calcula que hay hasta 8 millones de inmigrantes ilegales en países del bloque. Más de 200.000 fueron arrestados durante la primera mitad del 2007 con menos de 90.000 expulsados.

«Honestamente no creo que la crítica sea justa», dijo el presidente de la Comisión Europea Jose Manuel Barroso.
Barroso dijo que la inmigración en Europa debía ser controlada para evitar el riesgo de que ingresen grandes flujos de inmigrantes incentivando la xenofobia en el bloque.