A pesar de la recomendación de un buen número de líderes del Partido Popular, la convocatoria de elecciones no aparece de momento en la agenda de Marga Prohens. La líder del PP balear, que el domingo reunió de urgencia a alcaldes, presidentes de juntas locales y diversos cargos del partido, detalló ante su núcleo municipal las claves de su ruptura total con Vox, que por ahora ha paralizado la aprobación de los Presupuestos de 2025.
El cónclave de Campos.
Durante el cónclave celebrado en Campos, Prohens escuchó de sus alcaldes que debe poner fin a los chantajes de la formación ultra, que ha desatado una crisis de talla grande en el Govern. De hecho, la propia presidenta reveló a los alcaldes que su prioridad en estos momentos es aprobar las modificaciones al decreto de simplificación administrativa y que abrirá un proceso de negociación con la izquierda en busca de una mayoría alternativa a la de Vox.
El nuevo escenario.
El PP ha alcanzado un principio de acuerdo con la izquierda para evitar la derogación de la ley de memoria democrática. En función de este acuerdo, los ‘populares’ se abstendrán en el pleno de hoy y la norma seguirá en vigor. A cambio, la oposición también se abstendrá cuando toque revisar el decreto de simplificación administrativa y rectificar las enmiendas de Vox que el PP votó por error. En este nuevo escenario, debería aflorar la responsabilidad de todas las formaciones y el interés por alcanzar acuerdos beneficiosos para la ciudadanía. De Vox, un partido inmerso en diversas guerras internas y una fragmentación perfectamente visible en el Parlament, no se puede esperar mucho más. Una cosa es hacer política y la otra querer imponer un ideario con un 13 por ciento de los votos. O querer sacar tajada de un error. Debería servir de lección.