Con alguna variación ligera, se contagia una idea común en declaraciones públicas de empresarios: a la gente no le gusta trabajar. Lo dicen con indignación, como el que ha descubierto una grave falta social. «No encontramos trabajadores porque los jóvenes quieren ser influencers», decía Maties Pomar, de la Asociación de Panaderos. Carolina Domingo, de Pimeco: «Hay gente que cobra el paro y hasta que no se le acaba no quiere trabajar». Son dos ejemplos. Caramba, el agua moja y de noche está oscuro. Poco cristianos son quienes repiten ese mantra. La Biblia recuerda que el trabajo es un castigo: Ganarás el pan con el sudor de tu frente. Hay un error de comprensión de un principio elemental. Para ganarse la vida o se dispone de capital o hay que arrendar la capacidad de trabajo de uno a cambio de un salario. No se hace por gusto sino por necesidad. ¿Conocen a algún jubilado arrepentido? La gente que disfruta de su trabajo lo hace porque le parece mejor que otro posible empleo, pero si pudiera dedicaría su tiempo a otra labor. Hasta hace un par de siglos, el remedio para la falta de mano de obra en determinados sectores era el trabajo forzado. Nadie viene, pues látigo y cadenas. La fórmula se reveló poco rentable a largo plazo.Tras el mantra de la gente no quiere trabajar, lo que en realidad se apunta es a la dificultad de encontrar empleados bajo determinadas condiciones de horario o de salario o para desempeñar ciertas funciones. Solucionar esas dificultades son responsabilidad del empresario. Trata bien y encontrarás. La frase en cuestión es además un detector infalible de jefes tóxicos. Identifica a alguien que no entiende la naturaleza de la relación de trabajo y que, por tanto, intentará abusar de la misma en cuanto pueda. Es alguien a quien conviene evitar siempre como empleado. Será un mal jefe y encima llorón.
La gente no quiere trabajar
Palma09/12/24 4:00
También en Opinión
- Sorpresa en el aeropuerto de Palma: encuentran más de 200.000 euros ocultos en un paquete
- «La niña estaba llorando en la ambulancia mientras llamaba a su madre»
- El asesino del Coll d'en Rabassa salió de la cárcel hace unos meses tras casi dos años en preventiva
- La OMS lo tiene claro: estas son las veces que nos tenemos que duchar a la semana
- Denuncian un caso de discriminación en el aeropuerto de Palma: «Estamos en España y la lengua oficial es el español»
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Cuánta razón tienes Matias A.
Desde el respeto, me parece un artículo con un enfoque populista como pocos. En su exposición usted comete errores típicos de quién no se tiene que preocupar por abrir la puerta de un negocio cada mañana. Es un artículo escrito para su generación, que es la mía, pero en la que sobran los vagos y los enfermos de salud mental. Mire, el empresario no es ese monstruo que usted dibuja en con sus palabras y el empleado no es un pobrecito al que esclavizan. En su leve intento de explicar el problema de raíz, omite el hecho lamentable de la absoluta carencia de formación e interés en los trabajos que no son dignos de tres mil pavazos al mes o no quedan bien en mis redes sociales (viajar en business, coche de empresa, bolso de marca, telefono de empresa de mil euros...). Abra usted los ojos, igual que todos aquellos acomodados occidentales que se llenan la boca de la palabra esclavo ...No hay ganas de currar en trabajos de base social, no hay ganas tampoco de emprender ..más allá de mostrar su narcisismo en publico o crear cuentas en plataformas donde se venden ell@s mism@s o venden artículos generando más aún una economía sumergida que no ayuda a mantener las estructuras sociales del estado que luego ...reclaman...por ejemplo la prestación por desempleo...que le recuerdo es la unica en Europa que es equiparable a la cuantía de un salario mensual. Informese de la cuantía de la ayuda por desempleo en paises como Reino Unido o Alemania y luego me dice usted si le parece que alguien va a ir a un trabajo que no le gusta cuando le pagan lo mismo por quedarse en casa? Por mucho que nos vendan la perfección del comportamiento woke, la realidad es que se queda todo en palabrería antigua...esclavismo, fascismo, capitalismo...y así estamos en pleno 2024 ...sin futuro pero moralmente protegidos...Deu Meu! lo que hay que leer!