Cualquier puesto de responsabilidad policial (quienes deben de garantizar la seguridad y defender los derechos y libertades de los ciudadanos) ya sean jefe, segundo jefe, terceros jefes o enchufados, o directores de seguridad que puedan carecer de la más mínima pulcritud, deontología y profesionalidad y responsabilidad, además de respeto por el principio constitucional de legalidad, más adecuado para desarrollar un cargo de autoridad, ante una acción de la Fiscalía Anticorrupción deben o deberían ser en todo caso SUSPENDIDOS de su trabajo, y si se demuestra EXPULSADOS de la función pública. A partir de entonces, que unos jefes bajo sospecha de Anticorrupción sigan ocupando su puesto tras un escándalo de corrupción como este podría significar que alguien más arriba esta cogido o vinculado. Toda una situación enormemente sospechosa. Por muchísimo menos, empleados públicos policiales han sido SUSPENDIDOS DE MANERA INMEDIATA. Sería conveniente que se investigaran todas las actividades desarrolladas por quienes estén bajo sospecha de la Fiscalía y del Magistrado que lo investiga.
Lástima, Sr Isern. Nos dijo Vd. que los delincuentes iban a correr frente a la policía, no suponíamos que era porque ponía al frente de ella al corrupto número 1 de Palma. Menos mal que han hecho un pacto con él, le mantienen la paga íntegra, oficina, secretarios, como Bárcenas, y a despachar cada día con el Regidor, que o está implicado o es tonto o las dos cosas. Un saludo.