A ver, que el agresor está en coma con la cabeza abierta por efecto del golpe contra el suelo que es algo muy habitual en ese tipo de caída hacia atrás, creo recordar que pasó algo parecido en el caso de Abel en el Ushuaia. Lo malo es como se presenta la noticia, diciendo que el agresor es el defensor. Y en los últimos años cierta prensa no diciendo nunca el origen o nacionalidad de los intervinientes, no sea que se genere una reacción racista por parte de la población. Y de los posibles daños ocasionados a la señora tampoco se habla, será que es española e igual se lo merecía por no dar limosna. Aquí lo importante es hacer ver que el mendigo es una víctima total. Tampoco nos ponemos mucho en el lugar de los mendigos, alcohólicos, toxicómanos, ludópatas, etc. no debe ser muy agradable estar en su situación y la crítica fácil dice mucho del talante del que la expresa.
Totalmente de acuerdo con Miquel. Y los hay que ocupan la vía pública las 24horas del día con todos sus enseres. Paga impuestos por esta ocupación? Los artesanos y cualquier otro ciudadano ha de solicitar permisos municipales y pagar tasas por la ocupación de vía pública. Deben tener derechos pero también obligaciones.
El centro de la ciudad de Ibiza es monopolio de yonkis y jetas de todo tipo. Algunos son inofensivos (aunque hacen sus necesidades en cualquier sitio, incluso en zonas infantiles) otros son algo más insistentes y algunos son peligrosos. Raro es que no haya más desgracias. El ayuntamiento les ha dado manga ancha a estos sujetos, algunos de los cuales se han venido muy arriba.
Da igual, llámale como quieras, pero para la justicia, el agresor es el que iba con su madre. Y es a quien se le va a caer el pelo. No debemos tomarnos la justicia por la mano. Para otra vez se lo pensará 2 veces.
Margalida,si la mujer agredida hubiera sido tu madre y la hubiera defendido de igual manera al que llaman agresor,no dirias lo mismo,cuanta hipocresia ,nadie sabe como reaccionaria ante esta misma situacion,igual caso paso en malaga cuando el chico defendio a una señora a la que estaban atracando,porcierto ni en ese caso y de momento en este tampoco,no se ve ni escucha ninguna feminista apoyando al chaval.lo dicho pura hipocresia.encuanto al indigente igual la proxima se lo piensa(y digo indigente porque ni quieren trabajar,ni se dejan ayudar y tampoco pernoctar en caritas porque claro hay que cumplir normas y horarios y eso no va con ellos)suerte al chico que defendio a su madre y que se mejore el agresor
Si s'ha passat de la ratlla, que ho pagui. Una cosa és defensar a sa mare i una altra, intenta matar-lo. Com diu na Leonarda G., amb una bufetada n'hi hauria hagut prou. Lo que li ha fet és desproporcionat. Ha estat a punt de matar-lo. I ja veurem com quedarà.
Para personas como esta chica se les tendría que poder ingresar en un centro adecuado para su recuperación, pero la ley no lo permite porque ha de ser un ingreso voluntario por parte del afectado, cosa que nunca se da porque no son conscientes de su situación. La ley falla estrepitosamente, abocando a estas personas a su autodestrucción y aumentando el dolor de las familias que sufren impotentes el terrible drama de ver así a su ser querido. Luego encontramos a jetas jóvenes fuertes que se pasan el día tumbados al sol y te acosan pidiendo "una monedita para comer". Alguno ha rechazado trabajos porque dice que prefiere vivir así, otros usan el dinero para tragaperras, tatuajes, etc. A estos últimos les tendría que visitar el Tío de la Vara.
Agresor?? Será DEFENSOR de su madre que es atracada y AGREDIDA por un conocido politoxicomano violento. Vergüenza que este detenido simplemente por defender a su madre.
No se me ocurre un caso más claro de legítima defensa. Encontrar a un individuo agrediendo e intentando robar a tu madre no merece otra clase de reacción. Espero todo se solucione para el defensor de la mujer que le dio la vida
Hasta que el pueblo de Ibiza no se ponga en su sitio esto no va a cambiar. Ya no es cuestión de políticos (qué les importa un pimiento (ya sabemos lo que les importa $$$)), es cuestión de nosotros, los de aquí y de los que nos consideramos de aquí. Esto, o lo cambiamos nosotros o no lo cambia nadie.