Me parece correcto su comentario. Me gustaría mucho el 31 de diciembre se añadiera un recuerdo para aquellos baleares, tan baleares como nosotros, que en una conducta habitual entonces, masacró o esclavizó la corona de Aragón. Lo cortés no quita lo valiente y su poso cultural sigue en nosotros más de lo que muchos creen.
Hay una moneda "mallorquina" muy especial, la que acuño el infante Ferran, hijo de Jaume II, para sus dominios en Grecia, que le venían de su esposa. Este heredero Ferran perdió la vida en Grecia y la corona, por lo cual la corona pasó a su hijo Jaume III.
La ignorancia sobre las Baleares abarca sobre todo de los siglos VII a X, con muy escasas noticias sobre nuestros tiempos vándalos, bizantinos y lo que parece ser un protectorado carolingio. Pocas saben que la islamización de Baleares fue más tardía, en dos siglos, que la Península o que no hubo poder visigodo, sino greco-bizantino, en las islas.
Estas monedas y tantos y tantos objetos, incluso de origen tayalótico, como los "bous" (que no volverán nunca), sirven para abrir los ojos a los que creen que la historia de Mallorca empieza con la invasión a sangre y fuego catalano-pisana, de 1229.
Que hem de fer? Els repadrins no varen voler o poder aplegar els doblers necessaris per guardar els "bous" (per ventura proes navals) a Mallorca.
El president conservador, Cánovas del Castillo s'interessava molt a l'arquelogia y va trobar els recursos per tal de conservar "els bous" a Espanya. SI tornassin a Balears, el seu lloc seria el Museu de Mallorca. Els musesus municipals, en efecte, no tene recursos per conservar i mostrar. Una missió impossible és visitar-los, atesos els seus horaris molt, molt limitats.
Una bona notícia. El patrimoni mallorquí, a Mallorca i als museus perquè tothom ho pugui gaudir. Ara falta que mos tornin els caps de bou de Costitx i el casc del rei Jaume.
Si tens catalanofòbia i a més t'en rius de la cultura, ves a que t'arreglin el cap. però deixa d'escriure beneitures.
ENHORABUENA por la buena gestión
"ergo" Las cosas no son tan fáciles pues Jaume I encontró bastantes aliados entre los musulmanes del campo, sobre todo el actual Raiguer, con el personaje de Abemabet.