Para jorge. Primero, comparto tu apoyo con los trabajadores de Coca-Cola. Segundo, yo he trabajado tanto en el sector público como en el privado. Estuve siete años en una empresa que su empresario se gastaba el dinero de los trabajadores en fiestas y putas, pagaba a los trabajadores cuando le venía en gana, por ejemplo, una paga extra de navidad, la cobraron los trabajadores en el mes de mayo del año siguiente. Tercero, decidí probar suerte en el sector público, presentándome a oposiciones –estudiando y trabajando a la vez durante 6 años - con más de 4000 aspirantes para ocupar 125 plazas y lo triste del sector público es que, a veces, valoran más la afinidad a un partido político que los méritos, experiencia profesional en un puesto, aptitudes etc. Cuarto, no soy de ningún partido político ni de ningún sindicato, vengo de familia trabajadora, pintor de fachadas y mujer de la limpieza, y me he limitado a trabajar tanto en la privada como en la pública, sin escaqueos. Quinto, piensa que de esos impuestos se va el dinero para tu médico de cabecera (si lo tienes público) te atienda cuando estás enfermo y en profesores para enseñar (si tienes hijos y los llevas a un colegio público). A mí tampoco me gusta que me suban el IRPF para que el dinero se vaya en dietas, pluses y privilegios de nuestros políticos; un ejemplo, cobrar un acta de Diputado, más dietas, más gastos de hotel en el Congreso de los Diputados, cuando la mayoría de las veces que salen imágenes en televisión está vacio!! Cobran por representación y no por trabajo efectivo, cuando a todo trabajador se le valora y remunera por trabajo realizado. Y sexto, todo trabajador debería tener garantizado un trabajo digno con un salario decente (público o privado), y no precario, que le sirva para que a lo largo de su vida pueda pagar una hipoteca sin que te engañen en el banco de la esquina, que pueda pagar facturas como agua, gas, butano sin que suban de manera desproporcionada y que no tengan que vivir en una permanente incertidumbre de rebajas salariales, pérdida de trabajo, etc. pues esa incertidumbre es la que no nos deja avanzar en la vida y cada día más generaciones lo tienen más difícil para tener unos derechos y unas garantías laborales y salariales. La crítica del artículo viene por la clase política que tenemos, que es la que nos toman el pelo cada 4 años en unas elecciones, porque somos fáciles de engañar. Les importan un bledo los trabajadores, sólo se preocupan de salir en la foto de turno, decir una cosa y hacer lo contrario, estar más pendiente de twiter que de la realidad y hacer las leyes para beneficiar a unos pocos: ellos mismos y/o simpatizantes cercanos (tampoco se ha descubierto nada nuevo!!). El problema es que con políticas como la de los últimos años (reforma laboral y recortes a los trabajadores), en lugar de ser más “europeos”, nos acercamos más al modelo “latinoamericano” donde las diferencias sociales son más que evidentes: los muy ricos y los muy pobres.
Cierran Coca-Cola Otra fabrica que nos cierran, 200 puestos menos de trabajo, menos riqueza para nuestras islas. No es por motivos económicos, pero tienen que hacer una “restructuración” porque solo han ganado 920 millones de euros y no les basta para dar a un club de futbol 80 millones, para poner su nombre en el estadio. Pero no os preocupéis que desde el gran país catalán nos enviaran Coca-Colas, fantas y todo lo que queráis, eso si el dinerito para su país. Nos dejaran sus envases vacios para que reciclemos bien en nuestros contenedores, de todas formas ellos no lo pagan. Todo esto nos lo enviaran en barcos, para contaminar un poco más nuestra costa y lo transportaran con 8ooo plataformas, que dejaran nuestra ciudad llena de humos y carreteras con grandes camiones de ida y vuelta. Ya está bien de reírse de los mallorquines, utilizan nuestras islas para su negocio y ahora nos quitan la poca riqueza que generaban los trabajadores con sus sueldos. Si el gobierno Autonómico lo permite volverá a traicionar una vez más a nuestro pueblo. No son capaces de generar empleo digno y deja destruir el poco que tenemos. Estamos muy hartos Sr. Presidente.