Es triste. La gente no tiene dinero para gastar, se han subido los impuestos y los pequeños comercios no pueden competir con las grandes superficies en cuestión de precios.
Aquestes xifres de Pimeco, sobre els tancamanets, van del 2008 al 2013, doncs alhora sota el Bloc i sota el PP. Cal matisar doncs.
No pasa na BALEARES es la segunda comunidad que mas dinero envia y menos recibe ,por abitante recibimos 64€ y las mas corrupta recibe por valenciano 420€.VOTEN PP.
cuanto licenciado por aquí !!
Aqui se Nota...q la gent no te diners....ni los bancos ganas d preveer q estamos antecun cataclismo y q los verdaderos ladrones son ellos...ni ganas d corregir sus defectos...q no son precisamente pqnios...q se pongan las pilas xq vamos a wxigir todo lo q hemos pagado de mas...senior Mas!!
renunciar al euro, al fmi , al banco central europeo, la politica economica que se ejecuta en españa ya sucedio en sur america hace 20 años dejando en continente en la miseria, en españa seguiran las reformas neoliberales para exprimir vuestros recursos hasta dejaros sin que comer, economia sumergida, dinero negro mas paro, el corralito, el robo de vuestros ahorros, seguid votando a partidos que solo les interesa su beneficio y no el pueblo, españa les espera años de miseria. y seguis sin despertar. derrocar el gobierno.
Negosio il bien buen presio todo año plonto ablil otla tienda.
Ahora aprovechando que muchos locales están quedando vacíos lo que deberían hacer desde el Ayuntamiento es redefinir para que tipo de negocios se permite una reapertura con el fin de acabar con las zonas "monocultivo" del centro de ciudad. Con monocultivo me refiero a aglomeraciones del mismo tipo de negocio con el mismo horario comercial que provocan que el centro de Palma no consiga funcionar de manera sana. Toda la zona de San Miguel por ejemplo no moriria por completo si el 99% de los locales ocupados cerrasen de 2-5 de la tarde y a partir de las 8 de la tarde. Para encontrar el equilibrio y mantener la vida en esa zona se necesitaría abrir otro tipo de negocios como bares o restaurantes. Y en Sa Gerreria, La Lonja y Santa Catalina se podría abrir mas tiendas para que la vida allí no empiece de tardenoche cuando abren sus bares.
La economía se tiene que sanear. Es lógico que desaparezcan cientos y cientos de empresas que se crearon sin ton ni son durante la burbuja y el pelotazo inmobiliario que comenzó el PP durante los gobiernos de Aznar. En aquella época cualquiera con una experiencia mínima se consideraba capacitado para montar y gestionar una empresa. Uno trabaja de albañil dos años y ya se consideraba maestro de obras y montaba una constructora. Otro trabajaba de comercial en la venta de pisos tres meses y montaba una inmobiliaria. El otro comenzaba haciendo cuatro chapuzas en plan bricolage y montaba una empresa de fontanería o calefacción o de electricidad . Aquél trabajaba como ayudante de cocina un verano y se consideraba perfectamente cualificado para montar un restaurante o una cafetería o un bar con el desconocimiento absoluto, no ya de su propio oficio sino de contabilidad, gestión de recursos humanos, prevención de riesgos laborales, etc. Los resultads de su trabajo se pueden apreciar hoy en día en barrios y urbanizaciones que son auténtica basura pagada a precio de oro o yendo a comer a restaurantes con comida propia de un menú pagada a precio de un tres estrellas Michelín. Lo malo de este tipo de empresarios es que, además de perjudicar a trabajadores que trabajaban para ellos y cuya única salida en cuanto las cosas comenzaron a fallar era el despido, es que, además, por ser incapaces de calcular un coste o un margen o un escandallo, ponían contra las cuerdas a los empresarios serios, de verdad, a los que les era imposible competir con estos aficionados que no eran capaces de hacer unas cuentas bien hechas y, muchas veces, trabajaban por debajo de coste. En fin. Este tipo de empresas tenían que desaparecer por el bien de la economía y esos malos profesionales volver al aprendizaje que no deberían haber abandonado antes de tiempo.
Aquí es donde deben trabajar los políticos, no en las demás tonterías que se enredan.