Fue un asesino delincuente y como tal fue juzgado. Sentenciado a la pena que se podía aplicar en la época. Aquí la única familia que tiene derecho a decir algo es la de sus víctimas. Ejecutado por asesino y se lo ganó el solito.
La policía franquista mató a su policía y manipuló las pruebas, no fue Puig Antich... La justicia adolece de justicia.
Vaya por delante que el asesinato de un policía merece un castigo. Pero de los que defienden en un foro, a día de hoy, las ejecuciones a garrote, prefiero no decir lo que pienso.
Muy bien por el archivo de esta querella
Me alegro mucho del archivo de la querella, la justicia funciona. Por cierto y del policía asesinado, nadie dice nada?
le dan demasiadas vueltas a este asunto ,,,este señor no era un inocente que paseaba por la calle ...era el asesino de un policía y el juez dicto una sentencia que aunque no guste estaba ajustada a la ley de la época ....
@Juan sin miedo: entérate pues. Lo acusaron, infórmate de que pistola salieron las balas que mataron al policía. Has oído hablar del fuego amigo?
Alguien lo dejo atado y bien atado
Increíble. Al condenado a muerte por asesinar a un policía a tiros se le refiere como la víctima.
@Javier... Puig Antich no asesinó a nadie, el policía murió durante un tiroteo a causa de los disparos de sus propios compañeros. Se manipularon las pruebas para ocultar la verdad. Salvador confesó que llevaba dos pistolas, una en la espalda y otra cogida al pantalón por delante. Al meterle en un portal empujado por los policías, cayó de espaldas en la escalera y los policías, que eran jóvenes e inexpertos, le quitaron el arma que guardaba delante y le golpearon con ella. Él sacó entonces la pistola de la espalda y pegó tres tiros. El cuerpo del subinspector tenía cinco impactos de bala y Salvador recibió dos. La dictadura de Franco, en sus últimos momentos, quiso dar un escarmiento condenando a muerte a cinco presos. Todo el mundo, incluido el Papa pidió clemencia, pero el dictador ya casi moribundo firmó el "enterado" que los condenaba a la pena máxima...... Esa es la verdad, lo demás es justificar una barbaridad sin precedentes en el mundo occidental de aquella época.