Es necesario explicar a estos ignorantes que vivimos todavía en un país democrático y que por tanto existe libertad de empresa, habría tal vez que preguntarse por qué desaparece el comercio tradicional, ¿falta de rentabilidad por inadaptación a nuevos tiempos?, posiblemente, tampoco se puede obligar a la gente a comprar en ellos.

A Fattep: ante la tremenda ensalada mental que tienes, no veo solución, te sugiero lobotomia

Evast: Saps perque no hi ha ferreteries, papereries, tendes de roba..etc. pues perque el sr. que posa els seus doblers per obrir un negoci cerca rentabilitat, entre altres coses, i aquets negocis que asenyales no son rentables, segur que si ho fosin, en lloc de bars o restaurants hi hauria aquestes botigues, segur que tots els que voleu aquest tipus de negoci cada dia hi anau perque l´amo fasi calaix. El teixit comercial d´una ciutat, el comerç funciona per la llei de l´oferta i la demanda, per si no ho sabies. Que seria bó limitar els usos de determinades zones, sense dubte pero lo millor de tot per tancar un negoci, no es un decret, es que no tengui clients. Si hi ha revistes del cor es perque la gent les compra, si hi ha gent demanant als semafors es perque ni ha que els hi donen doblers.

Para Fattep, para ver si te aclaras un poco... yo no soy "barero", ni trabajador de un bar, ni su gente ni su familia, y aún así no estoy en contra de las terrazas. ¿Sorprendido? A lo mejor si dejáis eso del pensamiento único y de que todo es una manipulación y ataque en contra vuestro (teorías de la conspiración) , podréis ver más allá de vuestras narices.

Hay que ver la ofensiva que los “empresarios” ( o mejor, dicho, bareros: ser empresario es algo más) junto con algunos de sus trabajadores y su gente y familiares, están llevando hoy, en este diario y en ésta noticia, contra cualquiera que se atreva a comentar algo contra las terrazas. Casualmente he podido ver que algunos de los que hablaban contra las terrazas, porque las padecen, y que a media tarde tenían una cantidad apreciable de votos positivos de los lectores (algunos más de 30) , ahora, de noche, resulta que tienen votos negativos. Manipulación pública se llama la cosa, para hacer creer a la mayoría de lectores que existe una opinión mayoritaria a favor de las terrazas. Cuando es todo lo contrario. La calle es de todos, basta ya de que algunos se apropien de ella según les va. Y muy bien si se limitan y dejan de molestar a los vecinos, que ya es hora

Mejor para perros ke no podian entrar al bar.ahora piden des fuera

Más fábricas y menos turismo ¡¡

¿Y quienes son estos para decir que negocios tienen que poner? ¡Ya está bien de decidir por los demás y jugar con el pan de los demás! Menos demagogia, por favor.

El problema es el ruido que produce la gente el que no lo padece no tiene ni idea del estres y ansiedad que produce padecerlo a diario un día tras otro un día tras otro el que va allí a comer o tomar algo esta un ratitoy ale a su casita a descansar nadie le molesta los que vivimos n zonas así lo padecemos a diario casi 24h ya,sean terrazas tráfico gente gritándo por las calles de madrugada el que pasa con el pumba pumba a toda ostia en el coche y un larguísimo etc etc pongamonos en la piel del resto verás como cambian las cosas.......

¿Tan poco se cuida el presidente de esa FEDERACIÓN de asociaciones vecinales del resto de Palma que sólo se fija en la calle Fábrica? Que venga a Blanquerna, y se fijará en que donde la gente de la zona tenía comercios y servicios que hacían del barrio una zona cómoda y habitable, ahora sólo surgen bares y más bares y terrazas y más terrazas que además ensucian con miles de servilletas, cañitas y restos de tapas lo que antes era un barrio limpísimo. Ahora, para comprar prendas deportivas, buscar un remiendo, arreglar el coche, hacernos con herramientas, ferreteria o repuestos eléctricos, vestidos o calzado, incluso periódicos o revistas, hemos de desplazarnos muy lejos o coger necesariamente el coche. Los residentes hemos perdido mucho con ésta supuesta peatonalización vendida como mejora de la habitabilidad y que ni siquiera contiene un límite de licencias de bares y terrazas, como ocurre en todas las zonas peatonales de Europa. Primero el estirado Rodríguez y después la inflexible y autista Calvo no han podido estropear más ésta zona: sólo querian aumentar los ingresos municipales a costa del bienestar de los vecinos.