Per ells , no deixarian tros de Terra sense construí!!
Sort que tenim l'obsessió de protegir el territori, si no hi hauria xalets fins a dalt del Massanella que deu ser lo que volen aquets.... si Mallorca està així de plena de ciment si no arribam a tenir aquesta dèria no se on seriem!!
MallorquinNo hi cabem tots!!! No pots tornar a n'és pobla des teus pares?
MallorquinDile a Prohens que tope los precios, que prohíba la venta a no comunitarios (eg. Ingleses, americanos, rusos....) y que acabe de una vez con el alquiler vacacional. Si eres mallorquín perteneces a una raza que está vendiendo su tierra al mejor postor y que los demás mallorquines y, sobretodo la propia isla, le importan menos que acumular dinero.
Luís Alfonso de León, váyase a su tierra, que seguro que hay más espacio que aquí para construir.
Este tal de Alfonso de León debería callar...lo que sobra en Mallorca son ESPECULADORES de su calaña.
Quina mania en construir. 800 vivendes a SonBusquets? ni a Llubí hi viu tanta gent. Hi ha moltes vivendes buides i guapes i descuidades a Palma. edificis sencers. sobren vivendes i gent.i polítics/es.
Como se nota que todos los que se oponen a construir ya tienen su casa comprada o herencia, no como me ha tocado a mi u otros jovenes como yo (31 años se considera joven??) que lo unico que puedo comprar es un piso en son gotleu con mi salario, sin hipotecarme por encima de mis posibilidades. He nacido en Mallorca pero mis padres son de fuera, y no tengo la suerte de heredar. Tengo un buen trabajo y no hago mas que mirar y solo puedo permitirme pisos destrozados a reformar. Soy lo que llaman los nuevos trabajadores pobres. Dejad de miraros el ombligo y empatizad con los demas, no solo hay especuladores extranjeros o de fuera en el mercado, también Mallorquines con ganas de vivir en la isla donde nos hemos criado. Otra cosa es que debiera haber una regulación para ofrecer esos pisos primero a los mallorquines, y si sobra ya vorem. Me consider malloqui i estim sa roqueta, no vull viure a altre lloc.
Primero que arreglen la compra venta de viviiendas a extranjeros que luego las alquilan en vacacional,sacar leyes que protejan fiscal y judicialmente al propietario que haga alquiler a largo plazo,censo de viviendas vacías,etc...Una vez que se estabilize el mercado y la oferta del parque de viviendas aumente ya veremos si es necesario construir más...Pero no será asi, por que el lobby del ladrillo,(Inmobiliarias,bancos,constructores,notarios,estudios de arquitectos,etc..) tiene mucho poder y no lo permitirán...La isla está perdida,allí donde haya un pinar, esta gente ve chalecitos adosados y viviendas de tres o cuatro alturas de mala calidad vendidas como "Promociones de Lujo" a extranjeros para alquiler vacacional...
Queridos arquitectos y aparejadores, es hora de enfrentar la realidad de la isla en la que nos encontramos. Los recursos son limitados y la capacidad de la isla para albergar a más personas está llegando a su límite. No podemos seguir justificando la sobreexplotación de nuestros recursos naturales y el aumento incontrolado de la construcción basados únicamente en el afán de lucro. Es decepcionante ver cómo algunos empresarios constructores, arquitectos y aparejadores están dispuestos a llenarse los bolsillos sin considerar las consecuencias a largo plazo. Esta actitud hipócrita, disfrazada bajo el pretexto de cumplir con la demanda o de defender intereses económicos, no solo es insostenible, sino también irresponsable. Nuestro deber como profesionales de la construcción es ser conscientes de la fragilidad de nuestro entorno y de las limitaciones de la isla. Debemos ser más responsables en nuestros diseños, promoviendo la sostenibilidad, la conservación del medio ambiente y el bienestar de la comunidad. No podemos seguir llenando la isla de hormigón sin pensar en las consecuencias a largo plazo. Debemos buscar soluciones más inteligentes y respetuosas con el medio ambiente. Es momento de repensar nuestra forma de trabajar y promover prácticas constructivas que se adapten a las capacidades y los recursos de la isla, preservando su belleza natural y garantizando un futuro habitable para las generaciones venideras. Es hora de dejar a un lado la mentalidad egoísta y enfocarnos en el bien común. Debemos rechazar las prácticas que buscan solo el enriquecimiento personal a costa del deterioro de nuestro entorno. Es momento de ser verdaderos líderes en la construcción, impulsando la innovación sostenible, la eficiencia energética y la conservación de los recursos naturales. Como arquitectos y aparejadores, tenemos la responsabilidad de ser agentes de cambio positivo. Podemos influir en la forma en que se desarrolla nuestra isla, priorizando la calidad de vida, la preservación del entorno y la creación de espacios que fomenten la armonía entre las personas y la naturaleza. En conclusión, es hora de que cada uno de nosotros reflexione sobre nuestras acciones y el impacto que tienen en la isla. No podemos seguir llenándola de hormigón sin tener en cuenta sus límites. Seamos conscientes, responsables y comprometidos con la sostenibilidad y el bienestar de nuestra comunidad. Solo así podremos construir un futuro mejor y más equilibrado para todos.