user LOBO | Hace un año

Es comprensible y justificable realizar una crítica dura sobre las pintadas en fachadas y grafitis no autorizados en edificios y espacios públicos. Estas prácticas no solo afectan la estética de la ciudad, sino que también pueden transmitir un mensaje de desorden, deterioro y falta de respeto hacia la propiedad ajena y el entorno urbano. En primer lugar, es esencial destacar que el arte urbano y los murales pueden ser una forma legítima y valiosa de expresión artística, siempre que se realicen con el consentimiento de los propietarios y las autoridades locales. Sin embargo, las pintadas ilegales y sin permiso constituyen un acto de vandalismo que daña la imagen de la ciudad y crea un ambiente de inseguridad. Es justo esperar que un nuevo alcalde, que prometa una ciudad más limpia y cuidada, tome medidas concretas para abordar el problema de las pintadas ilegales. Estas medidas podrían incluir: 1. Aplicación efectiva de multas: Para disuadir a los infractores, es necesario aplicar multas significativas a aquellos que realicen grafitis ilegales. Estas sanciones deberían ser proporcionales al daño causado y a la frecuencia de las infracciones. 2. Implementación de programas de limpieza: Además de aplicar multas, es esencial que los infractores sean responsables de limpiar o reparar los daños que causen. De esta manera, se sensibiliza a los infractores sobre las consecuencias de sus acciones y se restaura el aspecto original de los edificios afectados. 3. Vigilancia y cámaras de seguridad: Instalar cámaras de vigilancia en áreas propensas a pintadas ilegales puede ser una herramienta eficaz para identificar a los responsables y facilitar la aplicación de las sanciones correspondientes. 4. Campañas de concientización: Educar a la población sobre el impacto negativo de las pintadas ilegales y fomentar un sentido de respeto por la propiedad pública y privada puede ayudar a reducir estas prácticas. Es fundamental encontrar un equilibrio entre el respeto a la libertad de expresión y la preservación del patrimonio cultural y la belleza estética de la ciudad. Fomentar el arte urbano legal y regulado, en lugar de las pintadas ilegales, podría ser una solución para canalizar la creatividad y la expresión artística de manera positiva, en beneficio de la comunidad y el entorno urbano. En última instancia, todos tenemos la responsabilidad de contribuir a una ciudad más limpia y cuidada, donde el arte y la expresión puedan coexistir de manera armoniosa y respetuosa con el espacio público y la propiedad privada.

user satan | Hace un año

Tienen que endurecer las sanciones ,multas elevadas y obligar a pagar el coste de la limpieza ... Mano dura por parte de la policía y los jueces.

Juan Juan | Hace un año

AURORA PICORNELLTotalment d'acord.

Juan Juan | Hace un año

Jan FerragutLuces es lo qué te falta.

user peremateu | Hace un año

grafitis no pero comentaris si que han començat a borrar.....

user Barrabas | Hace un año

hay un Atila que lo arreglaría derribando los muros de los conventos y seguramente con los religiosos dentro, vaya país!!!

user Joanot | Hace un año

En mi opinión solo se necesita un departamento: LA POLICIA , detención, multa y obligarles a limpiar sus fechorías, cada pintada tiene una firma y se sabe quiénes son, luego están los gamberros que garabatean por las paredes y que todos sabemos a qué colectivo pertenecen, controlen ese colectivo, eliminen las ayudas al las familias de los causantes, multa y trabajo social. En OVIEDO NO SE VE UNA PINTADA y es porque hay hostias al que pinta

user Joanot | Hace un año

Lo que ganaría la Rambla y ese huerto del convento exactamente igual lo mismo que se debería de eliminar el "añadido" a la iglesia de las Carmelitas, otro jardín ahora huerto escondido de Palma. Edificaciones sin apenas religiosas que poco a poco se deterioran. Que bonita quedaría la Rambla con esas zonas de jardín junto con la Misericordia , edificio y jardín junto con el Botánico totalmente desaprovechado. Imaginen: muros fuera, acceso al jardín arbolado La Misericordia, Convento de Santa Magdalena, Las Carmelitas, el Botánico, la Rambla, esos edificios eclesiásticos remodelados convertidos en estudios o pasarlos a la Universidad para hacer másteres, reuniones, pequeños hoteles. TOME NOTA EL OBISPADO

Juan Blanco. Juan Blanco. | Hace un año

Queremos un Parc de ses Estacions sin predicadores con megáfono,sin música,sin fiestas de inmigrantes,sin ruidos,sin delincuencia...etc.

user Jan Ferragut | Hace un año

Juanporque seas más de bares de lucecitas no tienes porqué cargarte los conventos, Juanillo!