A quien habría que haber expulsado y retirado sus actas de diputados parael restode la legislatura, es a todos esos-esas sectarias de la extrema izquierda radical que aquel día se dedicaron a exhibir sobre sus escaños fotografías de delincuentes y criminales del Frente Popular. Empezando por Costa y Garrido, las dos alborotadoras miembros de la Mesa, que encendieron la mecha de forma premeditada para tratar de poner a prueba la paciencia y la serenidad del Sr. Le Senne, algo que lamentablemente consiguieron, sacando de quicio al presidente, que en un comprensible acto humano de impotencia al ver que esas dos sujetas no le hacían el menor caso, pegó un zarpazo a esa infame foto y la arrancó. Algo que tal vez no debió haber hecho, pero que fue premeditadamente provocado por esa agitadora

Catalanismo y PSOE comparten esa misma ansia por rentabilizar un discurso centrado en un eterno victimismo. De ahí que políticamente sean como uña y carne.

El PP no hace falta que haga tanta comedia, hará lo que diga Vox, porque los tienen pillados por los hue... Risitas, no engañas a nadie más que a los tuyos... 🤣🤣🤣🤣

Socialismo o libertadUna persona torturada, violada y asesinada a sangre fría por la dictadura franquista... No es lo mismo

SergioTotalmente de acuerdo, le provocaron y al negarse a retirar la foto él la quiso quitar con la mala suerte que se rompió el folio. Mira que la ultraizquierda tienen pocos argumentos para justificar su nefasta gestión de 8 años y siempre acuden a esta chorrada inventada de que existe una ultraderecha que quiere imponer una dictadura franquista. Es su argumento de cada día ya que no tienen nada más que decir.

"¿No nos pisaremos la cola, verdad?

Si el PP expulsa a Le Senne, que se prepare en las próximas elecciones, solo les votara su tia la del pueblo. Ya esta bien el PP con tanta cobardía.

Cap sorpresa

... si lo he entendido bien, estos señores a los que votamos para que acudan al PARLAMENT a intentar arreglar nuestros problemas, los de la gente de a pie, cuando llegan y ponen sus posaderas en esos mullidos sillones, de repente les entra un no se qué y se olvidan de por qué están ahí, y acaban por creer que su trabajo se basa en crear rencillas infantiles de la nada, para luego reunirse una y otra vez para hablar de ello, y debatir hasta la náusea en interminables plenos sobre chorradas que sólo a sus asuntos intrascendentes les conciernen... y mientras, nosotros, mirando...

España es una democracia sin demócratas.