Llamé al 112 al incendiarse mi casa, parecía que estaba contratando con un cambio de suministro eléctrico o algo parecido al abrir la ficha, prisa ninguna a pesar de mi insistencia en que cursara el aviso y luego seguíamos. Hubo que acabar la ficha, que se personara la policía local para decir que sí, que efectivamente, que ardía mi casa y podían venir los bomberos. Llegaron antes las ambulancias porque a pesar de ser de noche vieron el humo desde la vía de cintura y se desviaron. Finalmente avisados realmente los bomberos éstos llegaron en un momento. Lo digo porque desde mi experiencia lo que ralentiza es el protocolo, no la actuación de los bomberos. Es muy frustrante estar en la calle con lo puesto y ver arder tu casa más de lo necesario por la burocracia. Y no me vale lo de las falsas alarmas, me identífiqué y sale el número, el cotejo es instantáneo y el gracioso lo paga caro. Sino tengo un buen seguro el protocolo me quiebra pratrimonialmente.
No tengáis ninguna duda, que en los bomberos de Mallorca hay verdaderos bomberos de vocación que cuando están de guardia y acuden a un siniestro son lo que solucionan la papeleta. Pero como en toda empresa publica o privada hay de todo. Buenos y malos. Desgraciadamente la política hace estragos en estos cuerpos, a veces ascienden los que no deberían de ascender, y los mejores hombres ni tan siquiera son reconocidos por los mandos en sus poltronas. Lo dicho, la política hace estragos.