Y QUE VA A DECIR SU MADRE SEÑORES!!! JUSTICIA YA DE UNA VEZ!!!
Si ya hablo en listo, por que el ton-to hablo hace rato
ya habló el listo del pueblo...
esto es una verguenza , aqui cada dia salen nuevos testigos, los anteriores cambian su version, los acusados tb, el cuco tb, la madre tb, aqui cada dia es una historia diferente, y la pobre Marta sigue sin aparecer! hay que ver como se rie la gente de la justicia en este pais! flipante!!!! hasta donde vamos a llegar!!!!
Yoyo, esto solo pasa en las capitales. En los pueblos solo en verano. Aqui, los crios de 16 años la mayoria estan en casa ya que no les dejan salir a ecepcion de fiestas, por que estudian, o hacen deporte
Todo el mundo sabe que los coches tienen una llave de repuesto por si se pierde una, asi que a podido coger perfectamente la de repuesto. Como no hay miles de chicas rubias en el mundo... a quien no le a pasado que saluda a alguien y despues no es la persona que se cree que es
Eva así va la juventud: no hace falta que nadie les diga nada.... así van... como tú.
eso mismo Bernat. Y si alguien tiene ideas milagrosas que las difunda, que escriba un libro y que lo patente porque la juventud nini o la cultura del botellón está arrasando la juventud y la educación que tantos padres se han esforzado a inculcar a sus hijos. Los críos de 16 años, en fin de semana, están en la calle hasta las tantas mezclando alcoholes y drogas a lo bestia porque es la "cultura" de los colegas. Por mucho que te esfuerces en guiar a tus hijos siempre están expuestos a un coma etílico o a un colocón del 15. Luego vienen las resacas y los ,a los modos y detrás viene la violencia verbal y la física. Es un espiral que te atrapa y se adueña de la voluntad de los caracteres más débiles. Una reacción de la frustración es la violencia. El arrebato momentáneo es el que mata a inocentes. Luego vienen los arrepentimientos. Y uno se pregunta ¿qué es lo que he hecho mal? ¿he criado a un asesino? Pues no es así. La sociedad que hemos creado es la que se está cargando a nuestros hijos. No podemos ser los colegas de nuestros hijos: debemos ser sus padres pero, aún así la vida de un hijo se puede truncar en cualquier momento: un mala palabra, un mal gesto pueden desecadenar una reacción inesperada que para los chavales de hoy en día es absolutamente normal.
Afortunadamente el testimonio de la madre del reo tiene el mismo peso que el del aire.
Esta señora no debería de tener vela en este entierro.