Hay que ser muy cínicos como para vanagloriarse de esta sentencia e intentar tapar todo lo demás. Si las cosas funcionaran como deberían ya habrían sacado al tipo éste de la UIB. Desde que se dio a conocer el escándalo cada vez que oigo la palabra "catedrático" me entra un repelús. Es lo que hay. Este caso demuestra que entre catedráticos, al menos en la UIB, también hay cretinos
Cualquiera que haya pasado por la Uib sabe el nido de ratas que es. La sentencia, en el pais de Cifuentes o Llarenas, no debería sorprendernos, porque es más de lo mismo: lo injustificable lo presentan como absolutamente normal.
Le espera una multa enorme, como corresponde a la infracción grave de vender un supuesto anticancerígeno, sin permiso, obviamente, y nada menos que en una universidad. Lo último es todavía más vergonzoso
Lo de Escribá & company. Pero no engaña a la gente tanto como cree
Independientemente de lucro o no con la venta, y de si la investigación con el minerval recibe fondos, las actuaciones detectadas sólo pueden provenir de gente sin consciencia. No nos engañemos. Queda mucho por juzgar
En cualquier caso era importante que la venta no autorizada, en la UIB, de un supuesto anticancerígeno, saliera a la luz. También que el rectorado se pusiera en evidencia. Lástima por los contribuyentes, costeando de varias maneras a estos entes.
Esperemos que el facha anticatalanista, anti UIB, antimallorquín que pulula por aquí pida perdón por lo que dijo.
Hay gente "profesional" que hizo declaraciones muy violentas. Creo que deberían disculparse públicamente o recibir una reprimenda, por falsedad e incitación al odio
El caso ha destapado actuaciones más que reproblables tanto del susodicho como de la UIB.
Por tener a individuos de esta índole con altos títulos académicos, pero que no se merecen nuestro respeto, y cortando el bacalao. Esto ya es el no va más.