Un empresario que estaba durmiendo en su casa de Magaluf fue
brutalmente atacado en la mañana de ayer por parte de un turista
que, según los primeros datos, se encontraba drogado.
Emilio Fernández Fernández, de 60 años, es el dueño del bar «El
Pelican» y a pesar de trabajar en una de las zonas más «calientes»
de la Isla, hasta la fecha nunca había sido víctima de una acción
tan salvaje. A las 8.30 horas, cuando estaba durmiendo, escuchó
ruidos en la puerta de su vivienda y acudió a ver qué ocurría. Al
franquear la entrada se encontró con un extranjero, al parecer
británico, de gran corpulencia, pelo rasurado y unos 30 años, que
aparentemente drogado o ebrio le exigió en inglés que se fuera de
allí, porque ésa era su casa. El empresario, aturdido y extrañado,
le preguntó si se encontraba bien y al comprobar que el extraño
seguía junto a la puerta en actitud violenta le advirtió que iba a
llamar a la policía si no se marchaba.
Sin embargo, Emilio Fernández no tuvo tiempo de más y encajó una
lluvia salvaje de golpes y patadas. El hombre cayó al suelo
inconsciente y su agresor se dio a la fuga, antes de que su hijo y
una vecina corrieran a auxiliarlo. El sexagenario se encuentra
ingresado en la clínica Rotger con fractura maxilar, traumatismo
facial, un ojo gravemente herido y los labios partidos. Ayer fue
operado y su estado es grave, aunque está fuera de peligro.
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