Rafel Gaspar Miralles Vich, de 22 años y natural de Montuïri, era un enamorado del séptimo arte y soñaba algún día con ser un gran director de cine.

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Rafel Gaspar Miralles Vich nació en Montuïri hace 22 años, era un apasionado del séptimo arte y soñaba con convertirse algún día en un gran director de cine.

El pasado viernes, el joven cámara de televisión se convirtió en protagonista de su propia película. Un film con final trágico que le arrebató la vida para siempre. Acostumbrado a dirigir escenas de sexo, drogas, vicio y chantajes en videoclips, nunca pensó que se convertiría en trágico protagonista de su película. La noticia del fallecimiento del joven director y las connotaciones de la misma no han dejado indiferente a nadie. «Nos quedaban dos escenas para finalizar el capítulo piloto de una serie cómica que íbamos a presentar en IB3 Televisió. Habíamos quedado el sábado por la mañana (el día después de la muerte) para acabar la grabación y que el proyecto de 'Pere i Mateu' entrase en la fase de edición para poder presentarlo una vez montado en el canal autonómico», relata el actor Manel Barceló.

«Estoy consternado y os puedo asegurar que no duermo por las noches. Rafel era un joven muy impulsivo, iba muy acelerado todo el día y con una gran vitalidad. No era una mala persona. Hay que recordar que el chico no mató a nadie durante su vida y que nadie tenía el derecho de acabar con la suya», concluye.

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Por su parte, el actor y monologista Carlitos Alcover, apunta: «Cuando una persona fallece todo el mundo suele tirar de tópicos, pero os puedo asegurar que Rafel tenía una fuerza especial para la cámara. Estoy seguro de que tenía un gran futuro por delante porque sabía captar las ideas con facilidad y tenía una gran capacidad para visualizar las escenas, planos etc...»

La declaración del homicida confeso es propia de un guión cinematográfico. Chantaje, drogas, deudas, alcohol, mentiras, sexo etc... son algunos de los ingredientes de una película basada en hechos reales y que se llevó por delante a un joven con 22 años de edad y muchos sueños por cumplir. También deja otros daños colaterales por el camino. Un homicida que pasará muchos años en prisión, un mujer engañada e infinidad de seres queridos llorando su pérdida.

El detenido, Marcos Ferragut Pizà, de 53 años de edad, está previsto que pase en la mañana de hoy a disposición judicial en los juzgados de Manacor.