Imagen general del lugar del accidente, que ocurrió el 21 de diciembre de 2022. | A. Sepúlveda

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Un juzgado de Instrucción de Palma ha absuelto a la conductora de un todoterreno que arrolló mortalmente a una turista británica e hirió de gravedad a su pareja hace ahora dos años frente a la Catedral de Mallorca mientras ambos esperaban cruzar un paso de peatones. La magistrada entiende que el trágico suceso se produjo por una «falta de diligencia y precaución» de la procesada, a la que la Fiscalía inicialmente acusaba de un delito leve de homicidio imprudente y solicitaba para ella 1.620 de multa y un año y un día de retirada del carnet de conducir.

La procesada, que fue asistida por el abogado José Ignacio 'Chiqui' Herrero, dio 0,00 mg/l de aire aspirado tras la prueba practicada en el lugar por la Policía Local de Palma. Asimismo se le intervino su teléfono móvil y tras el análisis del mismo no se encontraron ni llamadas, ni mensajes, ni fotos ni vídeos realizados cuando ocurrió el atropello mortal. Tampoco se pudo probar que fuera a velocidad inadecuada ni que no respetara un semáforo en rojo.

Imagen del vehículo que conducía la procesada, que estaba acusada de un delito leve de homicidio imprudente.
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Los hechos tuvieron lugar sobre las 17.55 horas del 21 de diciembre de 2022. La acusada conducía un todoterreno Opel Frontera por la avenida Adolfo Suárez de Palma cuando el vehículo se desvió ligeramente de su trayectoria hacia el margen izquierdo de la calzada, golpeando la rueda delantera izquierda contra el bordillo del refugio peatonal donde está el semáforo. Los dos neumáticos reventaron y el coche arrolló a dos peatones, ambos turistas británicos, que esperaban para cruzar. Una de las víctimas, una mujer, falleció casi en el acto. Su pareja resultó herida de gravedad con varios politraumatismos y fracturas e ingresó en la UCI de Son Espases. La conductora acabó arrestada.

Durante la vista, celebrada días atrás en Palma, uno de los agentes que acudió a declarar relató que el suceso se debió a «una presunta negligencia, que ni ella sabe las razones. No debía mirar de frente», explicó. Otros dos policías añadieron que no vieron ni marcas de frenada ni antes ni después del impacto con el bordillo, por lo que no pudo quedar acreditado que la procesada circulara a una velocidad excesiva o inadecuada.