Ensaimada de chorizo para Jaume Matas. | Youtube

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En las últimas semanas se ha especulado mucho sobre los posibles efectos adversos que hayan podido proyectar los diferentes casos de corrupción política sobre la imagen turística de Mallorca. El debate, sin ser intenso, sí que ha ocupado minutos de tertulias radiofónicas y televisivas, al tiempo que ha hecho correr no pocos ríos de tinta sin conseguir dar con una opinión ni sentencia unánime.

Todo lo contrario ha conseguido en poco más de media hora Jordi Évole, alter ego de El Follonero, con su edición de Salvados emitida la noche del pasado domingo en La Sexta.
Vestido a la manera de un Sonny Crockett redivivo pero sin la presencia de Ricardo Tubbs, Évole desembarcó en Palma bajo el epígrafe de 'Mallorca Vice' (Corrupción en Mallorca) para en treinta minutos de programa concitar una opinión quasi unánime entre la audiencia: Es verdad que Mallorca ya no es la 'Isla de la Calma' de Santiago Russinyol, pero es que El Follonero la ha tratado y retratado como a la 'Gomorra' de Roberto Saviano. Se ha pasado de frenada.

Quienes vieron el programa coinciden en que el espacio de La Sexta ofreció una imagen de Mallorca hiperbolizada y poco edificante, reducida a la mínima expresión que conforman los pocos kilómetros que distan entre la residencia de Jaume Matas en el centro de Palma, el coliseo Palma Arena y la sucursal de la entidad bancaria que avaló la millonaria fianza del ex president.

Es cierto que la situación política local es para hacérselo mirar, pero Mallorca en su conjunto no es un parque temático de la corrupción ni el global de la clase dirigente insular una reserva india del latrocinio institucional.

Colaboradores
Pero si lamentable fue la imagen que se dio del principal destino turístico del Mediterráneo occidental, no menos sonrojo produjo la impagable colaboración en la campaña promocional de personajes como Fernando Schwartz, diplomático con chalet en Deià y otrora presentador estrella del canal autonómico precisamente también edificado por Jaume Matas, o del cocinero ex michelín Koldo Royo, quien se prestó a hornear ex profeso una ensaimada de chorizo que posteriormente fue entregada en mano al ex president.

Por no hablar del profesor de secundaria de visita escolar con sus pupilos no al casal manierista de la calle de San Felio, sino al 'palacete' de quien parece haberse convertido en el corrupto mayor del Reino.

El programa logró un 7,5 por ciento de audiencia, lo que significó que casi 1.300.000 personas vieron el Salvados del pasado domingo y fueron testigos de la crítica ácida de Jordi Évole hacia la situación de corrupción en Mallorca.
Este share está en la media del programa pues tuvo que hacer frente a la serie Aída de Telecinco y al cine de La 1, entre otros.