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El pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer la toma en consideración de una proposición de ley del grupo parlamentario mixto sobre modificación del IVA para que los productos y servicios relacionados con la cadena alimenticia tributen al cuatro por ciento.
La proposición del BNG, que ahora tiene que tramitarse en las Cortes en comisión y ponencia, salió adelante con 173 votos a favor, entre ellos los del PP, 167 en contra, incluidos los del grupo socialista, y dos abstenciones.
El portavoz del BNG, Francisco Xesús Jorquera, defendió la iniciativa porque corregiría una «aplicación desigual» de los tipos del IVA en la cadena alimentaria, puesto que actualmente tributan el 4% el pan, las harinas panificables, la leche, los quesos, los huevos y otros alimentos vegetales, frente al 7% de la carne, el pescado, el agua y las conservas.
Peso específico
Caselas explicó que las carnes y los pescados concentran el 47,6% del gasto en alimentación, por lo que, consideran, deben tener un sistema impositivo menor.
La proposición de ley persigue, según afirmó, rebajar el coste de la cesta de la compra, apoyar a los consumidores con una rebaja de los precios en un momento de crisis económica, especialmente a las rentas más bajas, y amortiguar el impacto que tendría la subida del IVA del segundo semestre del año sobre los precios y sobre la demanda de los productos.
Por su parte, el diputado del PSOE José Javier Mármol mostró su rechazo al asegurar que el IVA es un impuesto «europeo» cuyos cambios requieren de una directiva que los autorice y que las rebajas impositivas tienen escaso efecto en los precios, pero ponen en riesgo la recaudación y el gasto social, además de recordar que no sólo afectará a productos básicos.