Alumnos del colegio Beat Ramon Llull cortaron la cinta inaugural de Sant Jordi. | Elena Ballestero

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Inca celebró ayer la el Dia del Llibre con cuatro días de retraso, después de que los libreros rehusaran montar el tradicional mercadillo de Sant Jordi, el pasado viernes 23 de abril, a cubierto en el Claustro de Sant Domingo, ante la amenaza de lluvia.
Las malas ventas obtenidas en ediciones anteriores en el claustro hicieron que los comerciantes decidieran aplazar hasta ayer la celebración de la fiesta del libro en la capital del Raiguer.
A las diez de la mañana, la regidora de Cultura, del Ajuntament d'Inca, Maria Payeras, acompañada de las también regidoras Iolanda Pericàs y Rosa Tarragó, cortaron, acompañadas de medio centenar de escolares, la cinta inaugural del mercadillo situado en la Plaça d'Espanya.
La venta de rosas y libros en la plaza del Ajuntament d'Inca, fundamentalmente de temáticas infantiles, se combinó con lecturas públicas de rondalles en las calles a cargo de los alumnos de los distintos centros escolares de la ciudad. Entre los atractivos de la fiesta, destacó la exposición de un libro gigante a las puertas de la Casa Consistorial, volumen que ha sido diseñado e ilustrado por los alumnos de los diferentes colegios e institutos de la ciudad, además de los alumnos del centro de educación especial Joan XXIII, con motivo de la celebración del día de Sant Jordi.