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España sufre un deterioro fiscal. Así lo afirmó ayer el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Lucas Papademos, que señaló que España junto con Grecia e Irlanda sufren este problema a causa del aumento del déficit público registrado en 2009, hasta el 11,2% del PIB.
Papademos alertó de que estos desequilibrios suponen un riesgo para el crecimiento y reclamó un estricto cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). «El deterioro de la posición fiscal ha sido especialmente agudo en algunos países de la eurozona: Irlanda, Grecia y España han registrado déficit de dos dígitos en 2009», dijo Papademos durante una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
Más esfuerzos
El vicepresidente del BCE explicó que varios países de la eurozona «se enfrentan a problemas similares pero en grados diferentes», aunque eludió citar a ninguno. «Algunos tienen que hacer más trabajo en política fiscal, otros tienen que realizar más progresos en la mejora de la competitividad», resaltó. A su juicio, la situación en Grecia ha servido como «alarma» para que estos países empiecen a adoptar las medidas de ajuste y reformas necesarias. «Es el efecto positivo de la crisis en Grecia», celebró.
Respecto a la situación de la economía española, después de dos años de tasas negativas los ingresos impositivos crecieron en el primer trimestre, un 0,8%, mientras que el Estado registró en ese periodo un déficit de 8.908 millones de euros, el 0,85% del PIB, frente al saldo negativo de 7.732 millones del mismo periodo del año anterior, el 15,2% más.
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, indicó que este incremento se debió sobre todo a la recaudación por IVA, que aumentó hasta marzo un 2,2%, y que subiría hasta el 7,4% descontando el efecto coyuntural de las devoluciones y aplazamientos pedidos en el impuesto.
Además, la recaudación por el IRPF se incrementó un 1,1%, debido sobre todo a la eliminación parcial de 400 euros, mientras que la del Impuesto de Sociedades descendió el 32,3%, dato no significativo ya que habrá que esperar al primer pago fraccionado de abril, según Ocaña.
Asimismo, el secretario de Estado informó de que el déficit del Estado en el primer trimestre fue consecuencia de unos ingresos de 31.772 millones, un 5,5% más que en el mismo periodo de 2009, y unos gastos de 40.680 millones, el 7,5% más. Ocaña señaló que aunque es pronto para sacar conclusiones los datos sí apuntan a una estabilización de la economía y a que el efecto de las medidas de consolidación fiscal empiezan a notarse. «Las previsiones sobre las cuentas públicas se cumplen y la senda realista también se cumple», concluyó.