El vehículo del doctor Dalmau , en la imagen, cayó desde unos 30 metros en Cap Blanc. | Alejandro Sepúlveda

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Despeñado en Cap Blanc. 48 horas después de su desaparición, la Guardia Civil encontró ayer por la mañana el cuerpo sin vida del doctor Miquel Dalmau en el interior de su todoterreno, que se había precipitado unos 30 metros por unos acantilados de Llucmajor.
Sobre las nueve de la mañana los investigadores confirmaron que un vehículo de color gris, completamente destrozado, yacía sobre las rocas en el fondo de un risco, a escasos metros del mar. La descripción del todoterreno coincidía con la del doctor Dalmau y cuando se confirmó que se trataba de un modelo Volkswagen Touareg se dispararon todas las alarmas. Bomberos, policías del Grupo de Homicidios, patrullas terrestres de la Guardia Civil y el Servicio Marítimo de la Benemérita se desplazaron hasta el precipicio y los primeros en llegar confirmaron que había un cadáver en el interior. Las esperanzas de hallar con vida al ex presidente del RCD Mallorca se acababan de desvanecer.
Rescate
El cuerpo sin vida se encontraba atrapado entre el amasijo de hierros y las labores para la recuperación del cadáver fueron complejas, y se prolongaron hasta primera hora de la tarde. Estaba previsto que un helicóptero rescatara el cuerpo, pero se abortó la operación y se optó por sacarlo por el mar.
Junto a la carretera de Cap Blanc, desolados, fueron llegando los hijos de Miquel Dalmau, arropados en todo momento por el abogado de la familia, Eduardo Valdivia, que además era íntimo amigo del doctor desde hacía años. Numerosos periodistas se agolparon también junto a los acantilados, ya que la desaparición del ex propietario de la Policlínica Miramar había despertado una gran expectación.
El interior del Touareg fue inspeccionado de manera minuciosa, en busca de indicios sobre lo ocurrido. La víctima llevaba puesto el cinturón de seguridad y junto a él se hallaron la barra de pan y el periódico que compró el miércoles por la mañana, nada más dejar a su hijo Miquel, de 18 años, en un colegio de Portals. El Grupo de Homicidios de la Jefatura palmesana y la Policía Judicial de la Guardia Civil colaboraron en la pesquisas. La denuncia se interpuso en Palma, de ahí que investigue el CNP, pero el cuerpo se halló en Llucmajor, demarcación de la Benemérita.
El cadáver del doctor fue transportado en una lancha hasta el club náutico de s'Arenal, y de ahí la empresa funeraria lo trasladó hasta el instituto anatómico forense de Palma. Antes, sin embargo, el abogado de la familia pasó por el duro trago de reconocer el cuerpo sin vida. Entre las ropas se halló también la documentación personal de Dalmau.
Hoy por la mañana está previsto que se realice la autopsia. La forense Emilia Salas será la encargada de aclarar las causas de la muerte y las circunstancias que rodearon la caída mortal por los acantilados de Cap Blanc.
Por la tarde estaba previsto que una grúa recuperara los restos del Volkswagen Touareg y los sacara del fondo del precipicio. La Policía Judicial los examinará a fondo. La parte superior del acantilado, por la ladera donde se despeñó el todoterreno, también fue inspeccionada, para determinar si la salida de la vía fue limpia o si había alguna marca extraña.
La desaparición de Miquel Dalmau se denunció el miércoles por la noche, ante la Jefatura de Policía. Ese día, a las nueve de la mañana, el doctor dejó a su hijo menor en el colegio y después habló con otro de sus hijos. Quería quedar con él, pero el otro no pudo por asuntos laborales. A partir de ese momento se le perdió la pista. Por la tarde no fue a recoger a Miquel al colegio de Portals y su familia se inquietó mucho. Sin embargo, no podían imaginar un desenlace tan dramático en sólo 48 horas. Dalmau, nacido en Sineu, tenía 68 años. Con su primera mujer le unía aún una gran relación de amistad.