Rafael Nadal y su compatriota David Ferrer posan después de la final del Masters 1000 de Roma. | Reuters

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El español Rafael Nadal señaló hoy tras ganar el Masters 1.000 de Roma por quinta vez, que la clave de su victoria en la final, tras dos interrupciones por la lluvia, había sido «mantener la cabeza fría».

«Siempre se hace difícil la espera en el vestuario, pero ya he vivido también algunas así antes, como la de Soderling en Wimbledon, la final de allí contra Federer y alguna además en Montecarlo», dijo Nadal a TVE. «Hay que esperar el momento y mantenerse con la cabeza fría».

El jugador de Manacor, que ha ganado dos Masters 1.000 seguidos ya este año al imponerse en Montecarlo también, aunque por sexta vez consecutiva, dijo que «todas las sensaciones son distintas», y recordó que hasta que había llegado esta racha de triunfos había pasado «una época difícil».

«Dije que estaba al nivel adecuado, y estas dos semanas lo prueban, han sido increíbles, ganando dos torneos muy importantes. La de hoy ha sido una gran victoria, y hay que felicitar a David (Ferrer), que ha hecho gran torneo y esta jugando a un gran nivel».

Nadal admitió que la semifinal contra el letón Ernest Gulbis del sábado le restó «un pelín de confianza» y «de ahí las dudas de hoy», señaló

«Me corto ritmo», recordó sobre Gulbis, y «hoy el día no acompañaba. Desde el comienzo del partido la sensación no era perfecta, y el rival en la final era el más complicado».

Nadal comentó que en los inicios del partido de hoy su resto no le funcionó como a él le gusta. «El problema real era el resto, con las manos flojas. Luego en el vestuario lo corregí y al salir, intenté empuñar la raqueta más fuerte, y el partido mejoró», apuntó.

Aunque el Día de la Madre en Italia se celebra el segundo domingo de Mayo, Nadal recordó a la suya Ana María, que no pudo acudir a la final. «No está de más, agradecerle todo lo que hace por mi», dijo el campeón.