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Agentes de la Policía Local de Palma procedieron a la detención de un ciudadano marroquí, de 44 años de edad, acusado de dar una paliza a su hija de 16 años.
Los hechos, según el informe policial, se produjeron el pasado miércoles, concretamente sobre las 22.45 horas, en la calle Pare Jeroni Boscana, en Palma.
Al parecer, varios vecinos de la vivienda del arrestado, tras oír gritos y una fuerte discusión decidieron llamar al 092.
La central de la Policía Local envió rápidamente una dotación, quien en cuestión de segundos ya se encontraba en el domicilio. Tras tocar a la puerta, les abrió la misma un hombre y, tras él, tres niñas, todas ellas menores de edad y una mujer.
Los agentes se percataron que la mayor de sus hijas, una chica de 16 años, tenía los ojos lagrimosos, presentaba marcas y no dejaba de mirar atemorizada a su progenitor.
Tras convencer a los padres para que dejasen entablar una conversación en privado con su hija, dado que los policías vieron que ante el padre era imposible que la víctima reconociera la agresión, los agentes comprobaron que se trataba de un supuesto caso de violencia doméstica.
La menor, relató a los agentes que, minutos antes, tuvo que encerrarse en el cuarto de baño de su casa para protegerse de la agresión de su padre.
Además, también reconoció que no era la primera vez que recibía palizas por parte de su progenitor, muchas de ellas, según la versión de la menor, con un cinturón. De hecho, la menor enseñó a los policías su muslo izquierdo que presentaba numerosos hematomas alargados que fueron provocados por el citado cinturón.
Según el relato de la víctima, todo comenzó cuando ella le pidió a su padre la tarjeta de un teléfono móvil. El marroquí se negó a entregársela y se inició una acalorada discusión. Acto seguido, el varón reaccionó muy violentamente y comenzó a agredir a su hija. Fue entonces cuando la chica, aprovechando un momento de descuido, emprendió su huida hasta conseguir encerrarse en el cuarto de baño del domicilio y llamar a la policía para pedir ayuda. Al mismo tiempo, varios vecinos del inmueble, al oír los gritos, también llamaron a la policía.
Una vez analizadas las pruebas y con el testimonio de la chica, los policías entablaron una conversación con la madre para que acompañara a su hija y presentaran la correspondiente denuncia contra su marido. Los agentes procedieron a la detención del varón y se le imputa un delito de lesiones. Acto seguido fue introducido en un furgón policial y conducido hasta el cuartel de San Fernando.