El veterano actor ha fallecido a los 81 años en Madrid. | Julián Aguirre

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El actor y director Antonio Ozores ha muerto hoy en una clínica oncológica de Madrid a los 81 años tras siete décadas de carrera jalonada por 168 películas, cerca de 200 obras de teatro y varias series de televisión en las que alumbró, surrealista y lúcido, un «idioma» del humor que sólo él hablaba.

Ozores, nacido en agosto de 1928 en Burjasot (Valencia) y miembro de una saga de cinco generaciones dedicada al mundo del espectáculo, falleció esta mañana en la Clínica oncológica Anderson de Madrid a causa de «una larga enfermedad», según la Academia de Cine.

Su cuerpo fue trasladado al tanatorio de La Paz de Tres Cantos, donde por la tarde se ha instalado la capilla ardiente y mañana a mediodía se celebrará la misa funeral, una hora antes de que se proceda a la incineración de sus restos.

Instituciones como la Academia del Cine y la SGAE y varios compañeros de profesión han destacado al conocer su fallecimiento su talento interpretativo, su humor, capacidad de invención e improvisación, y, sobre todo, su humanidad y su sentido familiar, que hacía que «todo el mundo» le quisiera.

«Es una noticia inesperada, horrible y triste», ha asegurado una «destrozada» Concha Velasco, que trabajó en más de treinta películas con Antonio Ozores y que le consideraba «un hermano», con el que pasó la etapa «más feliz» de su vida, del 54 al 67.

«Toda la familia Ozores me adoptó como hermana cuando yo comencé haciendo revista con Celia Gámez», ha comentado la actriz desolada, que ha reclamado para este «cómico», «divertido e improvisador», «todo un homenaje de la cultura y el cine español y que no haya que ir llamando a las puertas, porque imperen los prejuicios por desconocimiento».

La actriz Pilar Bardem, que le ha descrito como «una persona profundamente divertida y profundamente serio en su trabajo», inventor de «un lenguaje», ha recordado que en las películas de su hermano Mariano le tocaba «hacer la 'putita' correspondiente y él siempre andaba por ahí».

«Como yo era la alta, eran mis vestidos los que le valían y esa es nuestra historia: compartíamos ese pecado», ha relatado la actriz.

José Sacristán, que compartió películas en los años 60 y 70 con Ozores, resaltó el «ingenio» y «talento» para la comedia del actor: «era tronchante trabajar con él, improvisaba sobre la marcha, era de un ingenio bárbaro».

Ha recordado el cariño que profesa a toda la familia Ozores porque, ha detallado, le ayudaron «mucho» en sus comienzos y siempre contaron con él, una gente «muy querible».

El artista, que era también autor de cinco libros, perteneció a una generación de actores de una época en la que las comedias, el destape y el famoso «landismo» batían récords de taquilla, unos «tiempos duros», según Sacristán, «que generaron figuras distintas porque la vida era distinta».

Para el periodista Luis del Olmo, que le dirigió durante 9 años en el debate «El Estado de la Nación» de su programa de radio «Protagonistas», Ozores era uno de los genios del humor español, «uno de los últimos colosos de la sonrisa», tan surrealista como sobresaliente e inventor de un idioma «imposible e increíble».

Del Olmo cree que, «sin duda», el fallecido fue «el mejor amigo» de Luis Sánchez Pollak «Tip": «tenían una complicidad extraordinaria para improvisar aquel sano humor picarón».

El «mítico cómico» era hijo de los también actores Mariano Ozores y Luisa Puchol, hermano del actor José Luis Ozores (1923-1968) y del director y guionista Mariano Ozores (1926), así como tío de la actriz Adriana Ozores (1959), hija del primero, y padre de Emma Ozores (1966), fruto de su matrimonio con Elisa Montes.

El fallecido debutó en la película de Edgard Neville «El último caballo», en 1950, y durante muchos años fue un secundario y coprotagonista de los más variados sainetes gracias a la composición de un tipo cómico muy característico.

Sus numerosas intervenciones en cine, teatro y revista le llevaron a una progresiva economía gestual mientras desarrollaba una forma de expresarse atropellada que recordaba a Cantinflas y a su hermano José Luis.

Tras siete décadas en la profesión, Ozores seguía en activo y aunque su última aparición en el cine fue en 1993, con «Pelotazo Nacional», acababa de hacer junto a su hija Emma en teatro «El último que apague la luz».