El paciente a quien se le realizó un trasplante de cara ha recibido hoy el alta en el hospital de Valle d'Hebron, donde se le realizó la operación, y ha mantenido un contacto con los medios informativos en el que ha mostrado su nueva cara.

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El primer enfermo que ha recibido un trasplante total de cara en todo el mundo ha accedido hoy a mostrar su nuevo rostro el día en que ha recibido el alta médica, cuatro meses después de la operación en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Oscar, que ha comparecido ante los medios de comunicación pero no ha querido dar a conocer sus apellidos, ni su lugar de residencia, tiene problemas de habla por lo que ha podido responder tan sólo a una pregunta de los periodistas y en su lugar ha hablado su hermana, que también ha declinado dar a conocer su nombre.

El enfermo ha expresado su agradecimiento al equipo médico, a la familia del donante y a su propia familia, que le ha apoyado durante años desde que sufrió un accidente que le causó el traumatismo que le deformó la cara.

El joven ha participado en el encuentro con los medios acompañado del jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados, Joan-Pere Barret, que ha dirigido al equipo de más de treinta personas que realizó el trasplante.

Barret ha explicado que la operación duró 24 horas y ha destacado que el trasplante realizado a Oscar es el «más complejo que existe».

El jefe del Servicio de Cirugía Plástica ha destacado que Oscar está preparado para volver a casa, aunque durante algunos meses deberá seguir estrictos controles y sesiones de fisioterapia, logopedia y terapia facial hasta que recupere totalmente la movilidad de la cara, algo que los médicos esperan que ocurra en un tiempo de entre doce y dieciocho meses.

«Realmente la integración de su nueva cara ha sido fantástica. Se siente cómodo. Se siente muy bien. Se siente una persona nueva» ha destacado el doctor.

Oscar ya puede beber líquidos, come una dieta a base de purés y empezó a hablar hace dos meses, también ha ganado sensibilidad en gran parte de su rostro y está recuperando de manera parcial la movilidad de la musculatura.

Joan-Pere Barret ha explicado que el joven le ha comentado que «siempre existirá un Oscar de antes y un Oscar nuevo pero, realmente, el nuevo es él y es con el que está muy satisfecho de poder seguir viviendo».

Para el doctor Barret, el hecho de que el joven «sea un paciente muy colaborador y de una gran fortaleza» ha sido determinante en su buena evolución, aunque controlar el rechazo al trasplante ha sido complicado.

Concretamente, Oscar ha superado dos rechazos severos y algunas complicaciones como una trombosis o cuando la lengua se desunió del nuevo trasplante.

El responsable del Servicio de Cirugía ha explicado que Oscar «nota su cara» y ya puede mover cejas y párpados, aunque aún no cierra los ojos ni tampoco bien la boca, que es lo más difícil.

Antes de la intervención tragaba con ayuda y no podía hablar. Desde hace dos meses consigue hablar y desde hace uno toma una dieta triturada y bebe líquidos.

Por su parte, la hermana de Oscar ha explicado que la familia se siente «contenta y feliz» y agradece la gran labor del equipo del doctor Barret que permitirá al joven «tener una vida nueva».

La muchacha ha señalado que lo que más desea Oscar es hacer las «pequeñas cosas» que todos hacemos normalmente.

«El simple hecho de pasear por la calle sin que te miren o sentarse a la mesa con la familia», ha comentado la joven que ha explicado que a Oscar antes del accidente «le gustaba mucho la caza y la pesca y está deseando irse a cazar y pescar».