Nando Pons en una imagen de archivo de una de sus comparecencias.

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Se estrecha el cerco sobre Fernando Pons Niza. El director deportivo del Real Mallorca, casi con toda seguridad, deberá devolver el millón de euros que le regaló Vicenç Grande durante los últimos meses de su etapa al frente de la SAD balear. La administración concursal trasladará en breve a la juez María Encarnación González -titular del juzgado de lo Mercantil número 2 que instruye el concurso de acreedores del club bermellón- una demanda contra el gran delfín de la «era Drac» reclamando precisamente la devolución del premio.

Pons, que durante las últimas horas ha rechazado una indemnización de 550.000 euros para rescindir su contrato, se ha cerrado en banda y plantea unas condiciones que la nueva propiedad y los propios administradores concursales consideran inaceptables. El ex jugador del Murense pide 200.000 euros netos (libres de impuestos) y que se le garantice la no devolución de la millonaria prima con la que le agasajó Grande por vender a Dani Güiza.

La falta de acuerdo entre las partes propiciará que Pons sea finalmente incluido en el ERE, al igual que el resto del personal adscrito a la secretaría técnica de la entidad. Según los cálculos realizados por los servicios jurídicos del Mallorca, con el Expediente de Regulación de Empleo, la cantidad que deberá abonar al técnico no supera el medio millón de euros. Eso sí, antes deberá retornar el regalo de Grande.