Vicenç Grande y Nando Pons dialogan en la Ciudad Deportiva. | M. À. Cañellas

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El consejo de administración del Real Mallorca rastrea el Grandismo . La nueva propiedad de la SAD balear acordó ayer, durante la reunión semanal del órgano de gobierno, mirar con lupa la gestión realizada por el ex propietario de la entidad al haber encontrado ya algunas «situaciones extrañas». En las próximas semanas, los nuevos gestores auditarán internamente el Mallorca y darán traslado de cualquier operación sospechosa a los administradores que tutelan el concurso de acreedores.

En este sentido, cabe destacar que los administradores presentaron ayer la demanda de reintegración contra el todavía director deportivo del club, Nando Pons, para obligar a éste a devolver el millón de euros con el que Vicenç Grande le premió por la venta de Dani Güiza.

El resultado de la investigación de los administradores concluye que este premio debe calificarse como una «donación o una retribución sin una contraprestación laboral» y por lo tanto entienden que es un acto «en perjuicio de la masa de acreedores» y de ahí que ayer se interpusiera dicha esta demanda de reintegración.

Víctor Fernández

Ahora, la pelota está en el tejado del juez Víctor Fernández, que debe decidir si trata este asunto o si, por el contrario, cede el caso a la titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma, María Encarnación González, que regresará a su despacho a comienzos de septiembre.

Tal y como publicó Ultima Hora el pasado día 13, la nueva propiedad del club realizó un pormenorizado estudio de todas las actas de 2008 y en ninguna de ellas se hace la más minima referencia a la entrega de este premio y tampoco se llegó a ningún acuerdo para entregar dicha cantidad al director deportivo.

En ese año se llevaron a cabo ocho reuniones del consejo y en ninguna consta estipulado que se llevara a cabo esta operación. Pese a que Vicenç Grande era el máximo accionista, ningún otro miembro que formaba parte del órgano de poder del club -Joan Buades, Miquel Vaquer, José Miguel García o Luis Huerta- tuvieron conocimiento de este paso que daba Grande.

Al parecer el cuerdo para hacer efectiva esta «donación», según la definen los administradores se plasmó en un documento entre las partes implicadas, al que no llegó a tener acceso ni Joan Buades como responsable de los servicios jurídicos ni tampoco Francisco Cabello en su función de responsable laboralista del club.

La conclusión a la que han llegado los administradores indica que este premio se hizo efectivo en la más absoluta confidencialidad y nadie, ni ningún directivo ni miembro del consejo sabía nada al respecto.

Josep Pons sigue

Al margen de esta cuestión, durante el consejo -al frente del cual sigue el presidente Josep Pons, que ni siquiera acudió a la presentación del equipo el pasado sábado-, se fijó un presupuesto para entregar a los administradores concursales de «31 millones de euros de ingresos y 27 de gastos, más amortizaciones», según subrayó el vicepresidente Jaume Cladera.

También se refirió a las negociaciones con los acreedores, sobre el principal, como es Hacienda: «Figura una deuda de unos 31 millones de euros, estamos negociando la forma de pago y tenemos buena sintonía. Con el resto de los acreedores negociamos la rebaja de la deuda».

En cuanto a la continuidad de Josep Pons, apuntó: «De este tema no se ha hablado, ya que todo el consejo está de acuerdo en que él continúe. Mientras resuelve su situación personal, está apartado de la representación de la entidad».

Al respecto del Expediente de Regulación de Empleo, Cladera manifestó: «Se presentó y sigue su curso. Se dio un plazo de diez días y la idea es que cada vez haya menos gente en él porque se llegue a acuerdos con las personas, que creemos que es lo mejor». Cuando se le cuestionó por Nando Pons, fue escueto pero conciso: «No, de momento no hay acuerdo».

El cerco se estrecha sobre el director deportivo. Aislado por sus antiguos colaboradores -Marcos Martín, Paco Navarrete, Gabriel Vidal...- Nando Pons sigue blindado en su despacho con su caso en manos del juez.