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Al Ajuntament de Palma no le interesa la candidatura de Palma a Ciudad Europea de la Cultura en 2016 y así lo aclaró ayer la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, quien cree que Cort tiene ahora que hacer frente a otras inversiones millonarias más importantes. «No podemos jugarnos el futuro en términos económicos», concluyó.


No obstante, el sector de la cultura ha manifestado su disconformidad con la decisión del Ajuntament y cree que debería replantearse su implicación en un proyecto que, de ganarse, generaría grandes beneficios para las Islas, tal y como ha ocurrido en todas las ciudades que desde el año 1983 han obstentado este título. Algo que saben los consistorios de las otras ciudades candidatas, que sí se han sumado a la iniciativa o, aún más, son los promotores.


Escritores, actores, dibujantes, músicos, artistas, cineastas y representantes de asociaciones y federaciones de éstos creen que, con respaldo o no del Cort, el proyecto debe seguir adelante porque la capitalidad cultura contribuiría a la promoción de sus sectores. A una gran mayoría no le extraña que la candidatura esté capitaneada por la iniciativa privada. «La cultura en Palma está abandonada», se lamentan algunos.

Para otros, el hecho de que Palma lograra la capitalidad cultural en 2016 sería «positivo» porque «nos beneficiaría a todos» y «nos daría bastante credibilidad», sostienen. «La cultura es importante», dicen, y en otras 15 ciudades españolas lo tiene claro.