Vecinos y visitantes recorrieron las principales calles, que estaban repletas de objetos de segunda mano. | Maria Nadal

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Un año más el pueblo de Maria se convirtió en el epicentro del Pla durante la celebración de la XVIII feria de l'Ocasió y Mercat de Segona Mà. Cientos de personas recorrieron las principales calles del municipio en busca de la mejor ganga o de la antigüedad más preciada que se podía adquirir ayer en el pueblo.

Aunque muchas personas buscan los artículos al mejor precio, algunas optan por adquirir productos de gran valor económico como puede ser un mueble antiguo restaurado. De esta manera, los amantes de las antigüedades no se pierden año tras año la feria conocida como el Rastrillo del Pla que ofrece todo tipo de productos.

Utensilios para la cocina, herramientas del campo, sillas antiguas recuperadas, mesas, libros, discos u objetos que ya han desaparecido de las casas servían para captar la atención de los transeúntes mientras que los vendedores se afanaban para vender sus artículos.

El hecho que la de Maria de la Salut sea una feria de ocasión provoca que la gente mire con curiosidad las paradas repletas de diferentes artículos. En ocasiones los mayores deben explicar a los más pequeños la utilidad de algunos objetos raros que con el paso del tiempo han desaparecido de nuestras casas.

Además de pasear por la feria, los vecinos y visitantes aprovecharon para degustar los platos típicos que se elaboraron en los bares y restaurantes.