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Cuando el verano de 2008 se llevó a cabo en Mallorca parte de la 'operación Troika', y se detuvo en su chalet de Calvià a Gennadios Petrov, considerado el jefe de la «Tamboskaya», se informó en Ultima Hora de que faltaba por detener al diputado de la Duma, Vladislav Reznik.

El político ruso, amigo personal de Putin, le compró a Petrov un lujoso chalet sobre unos acantilados, en El Toro.
En este chalet había residido Petrov hasta que se trasladó a otro de mayor lujo, en la urbanización Sol de Mallorca, también en Calvià. Reznik comenzó a ocupar el chalet de El Toro a principio de 2000. De las investigaciones efectuadas se sospecha de una estrecha relación entre Petrov y Reznik.

El juez Baltasar Garzón y el fiscal José Grinda, de la Audiencia Nacional, tenían mucho interés en tomar declaración a Reznick en España. Pero ni el político de la Duma (La Cámara Baja de la Asamblea Federal Rusa), ni los principales responsables del país mostraron su disponibilidad a que se llevaran a cabo estas diligencias, sino más bien al contrario.

Pero ante la instencia del juez de la Audiencia Nacional, que es el que incoa el sumario del caso, se aceptó el que se trasladara a Moscú una comisión judicial, y que Vladislav Reznik prestara declaración ante la misma. Se evita así la posibilidad de que se decrete el ingreso en prisión para Reznik. Mejor, se podría decretar dicho ingreso, pero el caso es que no se haría efectivo en Rusia, o eso es por lo menos la impresión que se tiene después de vista la 'colaboración' de las autoridades rusas en este caso.

El viaje estaba previsto para finales del pasado mes de noviembre, y la comisión judicial tenía que estar integrada por el juez Baslatasar garzón, el fiscal José Grinda y el fiscal de Palma, Joan Carrau.

Pero al final el viaje se aplazó para otra fecha.
El 18 de octubre del pasado año se llevó a cabo un registro en el chalet de El Toro, propiedad de Vladislav Reznik. El resultado fue la intervención de numerosas obras de arte, numerosa documentación y tres vehículos de lujo.

En las informaciones que han ido aparciendo desde que se dio inicio a la operación, se ha dicho que los invesigadores creen que el jefe de la mafia rusa sobornó al político ruso de El Toro. La operación fue considerada como «muy importante» por las autoridades judiciales españolas, pero, sin embargo, desde Rusia se le ha querido restar importancia al caso, hasta el punto de que hay quien cree que, incluso, se ha ocultado información sobre los antecedentes de algunos de los detenidos en España.