Vista general del teatro, que ampliará su escenario y recuperará las pinturas murales. | M. À. Cañellas

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La reforma del Teatre Mar i Terra asume su recta final. Después de más de veinticinco años cerrado y muchos de decadencia arquitectónica, el espacio escénico de Es Jonquet recuperará a partir de abril antiguos usos, como el del teatro, y estrenará nuevas actividades, las que acogerán las aulas de cultura popular y las de teatro, donde ensayarán los alumnos de la Escola Municipal de Teatre.

Las futuras taquillas, la cafetería, las aulas o el propio teatro se reconocen ya entre los andamios, según se pudo comprobar ayer en una concurrida visita de obra, a la que asistieron miembros de la comisión de cultura popular del Consell Municipal de Cultura y vecinos de la barriada.

El edificio, construido en 1898, se estructura en dos alas unidas en el primer piso por el propio teatro y separadas en la planta principal por una calle peatonal, siguiendo el modelo de «algunas de las casas antiguas de esta zona de Es Jonquet», explicó la regidora de Cultura, Nanda Ramon.

La rehabilitación, que se encuentra al 75%, cuenta con un presupuesto de 2,9 millones de euros (el 75% asumido por el Fondo Europeo FEDER) y tratará de mantener la fisonomía del antiguo teatro, ahora con capacidad para 140 personas y gradas retráctiles. Así, según explicó la jefa de obra, Margalida Frau, se recuperarán sus colores originales: «Salmón, gris y malva», así como sus pinturas murales y las telas policromadas que cubrían los techos, ahora reproducidas sobre unas telas ignífugas para adaptarse a las medidas de seguridad. ¿Lo más complicado? La recuperación de la guardamalleta, la estructura que presidía el escenario, ahora ampliado a 62 metros cuadrados.

Según comentó Ramon, el espacio escénico seguirá siendo «tradicional, sin caja moderna» y sobre él se representarán obras «de pequeño formato y alguna actuación musical».

La planta principal de este edificio clasicista será multifuncional. Por un lado, los doscientos metros cuadrados del ala derecha se destinarán a la cultura popular. Nanda Ramon apuntó que el uso concreto aún no está definido, pero que podría acoger talleres, conferencias, aulas de música y baile o un centro de documentación. Respecto al ala izquierda, habrá una sala de teatro de 80 metros cuadrados, la taquilla del teatro y una cafetería.

Enyesar, pintar, acabar suelos, rematar fachada y carpintería son los trabajos que restan para que el Mar i Terra salga a escena.