En cuanto a Primaria, el absentismo esporádico afecta al 8'28 por ciento de los alumnos de Mallorca, un 0'74 por ciento de los escolares de este nivel de la Isla practica el absentismo intermitente y un 0'25 por ciento, el absentismo crónico.
Lo cierto es que todas estas cifras indican una reducción de los niveles de absentismo en relación a años pasados -el curso 2007-08 el absentismo esporádico en ESO era del 16'24 por ciento-, pero siguen en niveles «preocupantes», según reconoció la directora general de Administració, Ordenació i Inspecció Educativa, Maria Gener.
La directora general interpretó este descenso como «un éxito de los programas dirigidos a esta bolsa de alumnos» y a la intensificación del seguimiento y la vigilancia por parte de centros y familias.
No obstante, advirtió que «aunque conseguir un 0 por ciento de absentismo es imposible, los niveles actuales siguen siendo demasiado altos y el objetivo sería no pasar del 6 por ciento en el caso de Primaria y del 10 por ciento en la Secundaria, pues en este nivel es más complicado».
«A mí -reconoció- el absentismo que más me preocupa es el que se realiza de forma esporádica por parte de los alumnos de ESO de Mallorca (16%) y Eivissa (13'5%), que sin duda es consecuencia del desinterés y la desmotivación que sienten estos chicos y chicas».
Una cuarta categoría, afortunadamente residual, son los alumnos desescolarizados, por motivos culturales de la familia o por un nivel sociocultural muy bajo de ésta. En estas situaciones, la Conselleria debe poner el caso en manos de los Servicios Sociales y de la Fiscalía de Menores, que se encargan de localizar a la familia y hacer que se cumpla la ley. Esta situación de desescolarización afectó el pasado curso al 1'34 por ciento de los alumnos de ESO de Mallorca y al 0'10 por ciento de los estudiantes de Primaria.
Nivel socioeconómico
Según los expertos, el absentismo está estrechamente relacionado con el barrio o la zona en que se ubica el colegio o el instituto y, afirman, está demostrado que se dan más casos de absentismo en zonas de un nivel socioeconómico bajo. Y ocurre así en cualquier ciudad, es decir, que barrios parecidos de ciudades o comunidades distintas suelen presentar el mismo comportamiento.
Por tanto, esta situación no tiene tanto una relación con la nacionalidad del alumno o la comunidad autónoma en que reside, como la tiene con ese nivel socioeconómico de su familia y entorno. Este nivel se ve, a veces, reforzado por algunas culturas, como aquéllas en las que, por ejemplo, no se le da la misma importancia a la formación del hombre que a la de la mujer.
También hay un absentismo alto entre los alumnos de Bachillerato en las zonas costeras de Mallorca, porque cuando llega el mes de mayo y comienza la temporada turística son muchos los jóvenes que se ponen a trabajar o dejan de asistir a clase. Claro que con la crisis, ahora son muchos menos los que lo hacen.
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