Jaume Torrandel, coronando el pino de 20 metros. | Alejandro Sepúlveda

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Pasaban de las nueve y cuarto de la noche cuando Jaume Torrandell, 'Mosca Petit', consiguió escalar los veinte metros de madera enjabonada que medía el Pi de Sant Antoni. Miquel Àngel Torrandell, quien había alcanzado escalar el pino nueve veces, ayudó a su hermano a escalar la madera. Así, el Pi de Sant Antoni preside de nuevo la plaça Vella, donde estará hasta el próximo Miércoles de Ceniza.

De la fiesta de este año, destaca la larga espera para poder comenzar a escalarlo, ya que los participantes tuvieron que dedicar más horas de lo previsto a entrarlo en la plaza, debido a la longitud del tronco. Sin embargo, cabe señalar que en comparación con otros años esta vez se escaló el pino con bastante rapidez. La fiesta empezó después de las beneïdes, cuando una marea de personas partieron hacia la finca de Ternelles a buscar el pino. Bajar el tronco y pasearlo por los callejones de Pollença puede ser peligroso. Este año, por desgracia, ocurrió un accidente. El regidor de Festes de l'Ajuntament, Miquel Ramon, sufrió la amputación de parte de dos dedos de una mano cuando intentaba proteger a uno de los participantes.

Durante la madrugada del domingo, se produjo un acto vandálico, alguien había retirado el gallo de hierro de la Plaça de l'Almoina.