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La decisión del sacerdote de Valldemossa, Ricard Ramos, de poner barreras a la casa natal de la Beata impidiendo acercarse a la reliquia de Santa Catalina Thomàs, ha provocado división de opiniones entre los vecinos del pueblo.

El temor del párroco ante posibles actos vandálicos ha motivado esta decisión, que según indica ha sido consensuado a través de una encuesta que realizó sobre la que «sólo era consultiva» y la decisión final sería suya.

Algunos vecinos señalan que en ningún momento han podido consultar el resultado de la encuesta.
Los vecinos también han explicado que se realizó un «consell parroquial» donde se debatió el tema y el rector indicó que se aprobó por unanimidad, a pesar de que algunos de los presentes votaron en contra.

Polémica
Las voces en contra de esta polémica decisión han empezado a movilizares a través del Facebook creando la página «No a las barreras de la Beateta», que ya registra unos 170 apoyos. También han iniciado una campaña de recogida de firmas que presentarán primero al párroco y después al obispado. Explican que ahora no pueden acercarse a la reliquia, ni sentarse en los bancos. «Nos encarcelan a la beata» indicaban algunos, mientras que otros no podían reprimir las lágrimas al ver que les impedían acercarse a la imagen.

Según indican, la Casa Natal nunca ha sufrido importantes desperfectos, ha habido casos puntuales de suciedad y «un robo hace unos 20 años que fue solucionado».

También hay quien se ha posicionado a favor de las barreras, exponiendo que de esta forma «la Beata esta más protegida».