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El jefe del Ejecutivo español y presidente de turno de la UE, José Luis Rodríguez Zapatero, apostó ayer por «un gran pacto social» con empresarios y sindicatos europeos frente a la crisis y abogó por más política económica común, con una «gobernanza seria y exigente». Zapatero compareció ayer ante el pleno del Parlamento Europeo para presentar el programa de España para el semestre y, en un discurso eminentemente económico, se comprometió a impulsar un mercado energético común, un mercado digital europeo, una estrategia en favor del coche eléctrico y el espacio universitario europeo. En resumen , quiere reforzar la unidad de la UE para ganar peso en el mundo.

Las principales fuerzas de la Eurocámara respaldaron los objetivos españoles y calificaron el programa de «ambicioso». Socialistas y liberales apoyaron expresamente las ideas de Zapatero, mientras que los conservadores manifestaron sus dudas sobre las soluciones propuestas para la crisis. Zapatero respondió a quienes le han recriminado la alta tasa de desempleo que sufre España -con cerca de un 20 por ciento- cuando le corresponde dirigir los debates sobre la futura estrategia económica europea.

«Si mañana la tasa de paro aumentara en su país, gobernara quien gobernara, mi respuesta como presidente del Gobierno y como europeísta sería de apoyo y de solidaridad y no de recriminación como ha hecho usted», le dijo directamente al parlamentario conservador alemán Werner Langen. Para Zapatero, «si no aprovechamos la sinergia que representan sus 500 millones de ciudadanos en lo económico, sus decenas de miles de empresas con capacidad y sus millones de trabajadores, a los que hay que facilitar cada día una mejor formación, no seremos los auténticos protagonistas del futuro en este escenario de la globalización; seremos espectadores, no protagonistas».

Apostó así por «más política económica común» y por «quitar barreras», objetivos de la Estrategia 2020 que debe diseñarse durante este semestre para sustituir a la Estrategia de Lisboa y que contendrá los compromisos económicos de la UE para los próximos años. Al margen de la responsabilidad de cada Estado, apostó por dotar a la Comisión Europea de nuevas facultades para evitar otro fracaso como el de los últimos diez años.