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Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Palma han dado por finalizada la investigación iniciada por el Grupo de Homicidios el pasado jueves el cuerpo sin vida de Juana María Rebassa Bennàssar, de 42 años de edad.

Una vez concluida la investigación policial se han dado a conocer detalles de la misma y el relato es estremecedor y de gran crueldad.
Según fuentes de la Policía Nacional, el detenido, José Juan Puchal Pérez, de 53 años de edad y natural de Barcelona, realizó dos declaraciones ante los investigadores. En la primera de ellas, el detenido negó los hechos y afirmó que era incapaz de hacer daño a nadie. Horas más tarde, el arrestado se derrumbó y acabó confesando los hechos.

El cadáver apareció en el dormitorio con un cuchillo de cocina clavado en el cuello. Según la autopsia, las puñaladas, (más de dos), no resultaron mortales. Todo apunta a que José Juan había asfixiado a su compañera sentimental previamente.

Realizada las oportunas inspecciones oculares y técnico-policiales con la asistencia de la Brigada Provincial de Policía Científica, y tomadas declaraciones de testigos y familiares, todas las investigaciones apuntaban a que el autor de los hechos era su pareja sentimental.

De las investigaciones se hizo cargo en un principio el Juzgado de Instrucción Número 5, en funciones de guardia de Palma, cuya titular acudió al lugar de los hechos junto a la comisión judicial compuesta entre otros por el médico forense.

La pareja, que residía sola en un piso tutelado, no tenía antecedentes de malos tratos, siendo por todos considerada como muy afectiva y compenetrada.
Difundida la noticia a los distintos cuerpos policiales y tras darlo de alta en las bases informáticas conjuntas, pasadas unas veinticuatro horas del hallazgo del cuerpo, José Juan fue detenido por la Policía Local de Sant Llorenç des Cardassar, que lo entregó a miembros del Grupo de Homicidios. Llama particularmente la atención que el arrestado fuera localizado en una cuneta con ropa interior de mujer y con una maleta llena de vestidos femeninos.

La reconstrucción de los hechos del crimen, tras las complejas investigaciones llevadas a cabo por el Grupo de Homicidios, relatan cómo la noche anterior al macabro descubrimiento, tras salir la pareja de fiesta, se pusieron a ver la tele hasta que decidieron irse a dormir. Una vez en el dormitorio al parecer el presunto homicida quiso mantener relaciones sexuales, a lo que ella se negó, lo que origino que José Juan acabase con la vida de su pareja, a la que primero asfixió para posteriormente apuñalarla.

Una vez cometido el crimen, José Juan intentó ocultar las pruebas. De hecho hay constancia que cogió las sábanas y ropa ensangrentada y puso una lavadora. Posteriormente hizo las maletas y se dio a la fuga.

Está por determinar el grado de minusvalía que pudiera tener, hecho que será estudiado por profesionales en los próximos días.