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El presidente del PP, Mariano Rajoy, exigió ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que comparezca en el Congreso de los Diputados para explicar su política económica «a todos los españoles» y su plan para sacar a España de crisis. El líder del principal partido de la oposición considera que es necesario un «cambio de rumbo» y apuesta por la «austeridad», la reducción de los ministerios y de la burocracia en el Gobierno como medidas «urgentes».
En torno a 15.000 personas se congregaron en la plaza de toros de Atarfe (Granada) para arropar a Mariano Rajoy en un acto político en el que el líder de los 'populares' pidió al Gobierno que «deje de generar alarma» y de hacer anuncios «sin contenido» como el de la reforma laboral. Así, acusó al presidente del Gobierno de ser «incapaz» de tomar decisiones necesarias en el momento actual, como la reestructuración del sistema financiero para recuperar el crédito que se ha perdido y que provoca además la pérdida de inversiones y empleo.
En este sentido, aseguró que si el jefe del Ejecutivo no está dispuesto a comparecer en el Parlamento, el PP «le exigirá ante España y ante la historia su responsabilidad».
Dudas e incertidumbre
«No ir al Parlamento es ocultar la realidad, es sembrar dudas, más incertidumbre, y el presidente no puede tener miedo a las Cortes. La Cámara está para que si quiera les diga lo que les tiene que decir a los españoles sobre qué medidas va a adoptar para acabar con el desempleo, qué va a hacer con las pensiones, qué va a hacer para que fluya el crédito y con los impuestos, y qué va a hacer con el déficit de credibilidad y desconfianza», sostuvo.
Los asistentes ovacionaron a Rajoy al grito de 'presidente', quien dijo que las «ocurrencias» del Gobierno no son buenas para la coyuntura, puesto que generan «confusión e incertidumbre». «No es bueno distraer de lo que hay que hablar, es el momento de mantener la serenidad y la calma», agregó Rajoy, que insistió en que «el tiempo de los engaños se ha acabado».
«Lo que estamos pasando en España lo ha provocado un Gobierno que engañó a la gente, que dilapidó la mejor herencia económica, incapaz de adoptar una decisión razonable y que ha dado lugar a que cuatro millones de españoles quieran trabajar y no puedan y que el 45,5 por ciento de ellos sean jóvenes, eso es inaceptable», consideró.