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Un hombre de 31 años de edad aceptó ayer una condena de cinco años de prisión por propinar ocho puñaladas en la cara a otro durante una pelea en Inca. La víctima fue alcanzado por el cuchillo en la cara y el cuello y «solo el azar» le libró de una herida mortal, según los peritos que comparecieron ayer en la Audiencia Provincial de Palma.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2008 en Inca, a la altura del número 43 de la calle Mir. Según el acusado, él salía de la casa de su novia para entregar al hijo de ésta a su padre, ex marido de su pareja.
Cuchillo
El procesado sostiene que fue atacado por detrás por este hombre y que el agresor llevaba en la mano un cuchillo. De acuerdo con la acusación y con el relato de hechos que después aceptó el condenado, fue él quien sacó el arma blanca. En todo caso, durante la pelea, el acusado acuchilló en reiteradas ocasiones a su oponente. Según su versión, se defendía, ya que el otro hombre le había agarrado y el dió golpes hacia arriba mientras empuñaba el arma.
Las heridas que sufrió el agredido con el arma fueron finalmente leves, si bien necesitó hasta 37 puntos de sutura en las distintos cortes que sufrió. Los forenses calificaron como «heridas de suerte» las consecuencias del ataque ya que alguno de los cortes llegó a alcanzar los tres centímetros de profundidad en pleno cuello y por unos milímetros no alcanzó vasos sanguíneos vitales como la yugular o la carótida.
El acusado aceptó los hechos de los que le acusaba el fiscal y se conformó con una pena de cinco años de cárcel. Además tendrá que indemnizar a la víctima con 6.000 euros y no se podrá acercar a él a menos de 500 metros durante un periodo de diez años.