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Mateu Crespí, dirigente de Entesa que fue elegido en las listas de UM, a las que se presentó como independiente, no ocupará finalmente el escaño que dejó Maria Antònia Munar como diputada. Era una posibilidad, adelantada por este diario, y que ayer se concretó.
Crespí renunció ayer al escaño, tras haber obtenido el día anterior la credencial de la junta electoral, sin que Entesa haya conseguido arrancar a UM a quién piensa votar para presidir el Parlament, si a la candidata de los socialistas o al candidato de los 'populares'.
Entesa asumió plenamente las reflexiones de su presidente, Biel Huguet, y del propio Crespí, quienes entendían que los problemas que podrían surgir serían más que los acuerdos ya que, en palabras de Huguet, «parece que UM quiere ser oposición»
Huguet, que dio cuenta de la decisión junto a Crespí, dijo que «UM debería pedir perdón y entonar el mea culpa por todo lo que ha pasado». Entesa buscaba dar «una estabilidad» al actual gobierno en minoría que preside el socialista Francesc Antich y restituir pactos para cuestiones de Estado como el firmado en 2007 «porque es lo que pide la ciudadanía».
La ejecutiva de Entesa se reunió poco antes del inicio de una asamblea de 150 militantes en las que se sentaron las bases para lo que Huguet llama «refundación del mallorquinismo político».
Para el presidente de la formación, ese es el verdadero objetivo de Entesa: un proyecto de horizonte largo que puede ser clave en las elecciones de 2011 según como se haya definido el mapa político tras la refundación de UM y la suerte del PSM.