El acusado, sentado ayer en el banquillo, al inicio del juicio en el que responde por abusos sexuales. | Víctor Malagón

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Un ex dirigente vecinal de Pere Garau se enfrenta a una petición de catorce años de prisión por abusar de seis niñas que realizaban actividades en la sede de la asociación. El acusado negó todos los hechos y, si bien a preguntas del fiscal aseguró que no entendía los motivos de las denuncias que él considera falsas, al ser interrogado por su letrado, señaló que la madre de una de las niñas le tenía «envidia» y que le amenazó con dejar sin dinero a él y a su mujer.
Según el escrito de acusación, los hechos se produjeron entre los años 1995 y 2007. En uno de los casos, la menor sufrió abusos durante más de seis años, según la Fiscalía. El acusado se habría aprovechado de la relación que tenía con su familia para acompañarla en su taxi y la llevaba a lugares apartados donde la manoseaba. La hermana de esta menor también ha denunciado haber sufrido abusos por parte del dirigente vecinal. De acuerdo con las acusaciones, las secuencias prolongadas se abusos se produjeron con otras tres de las víctimas, una de ellas que frecuentaba la piscina que tenía el acusado, tenía entre cuatro y cinco años cuando la Fiscalía sostiene que comenzaron los abusos. Otra de ellas frecuentaba las clases de pintura que daban en la asociación y allí fue donde tuvieron lugar los abusos. Las otras dos menores que denuncian tocamientos señalan que ocurrieron en la propia casa del acusado, una noche que se habían quedado a dormir.
Negativa
La jornada de ayer del juicio se dedicó por completo a la declaración del acusado. El dirigente vecinal, de forma nerviosa e inconexa, negó los abusos, si bien sí señaló que mantenía una buena relación con ellas. Así, indicó que intentó ayudar a una de las menores y que quedaba con ella para hablar de sus problemas. En esos encuentros iban a un aparcamiento situado junto a la Policía Local, lugar donde las acusaciones señalan que se produjeron los abusos.
El acusado se negó a responder a las preguntas de los letrados de la acusación particular y tuvo que ser el presidente del tribunal quien le interpelara para averiguar si achacaba a motivos económicos las denuncias de las seis víctimas: «Yo no digo que lo sea, lo que me piden 10.000 euros cada una», señaló. También habló de que la madre que denunció los abusos le tenía «envidia» porque la niña prefería pasar tiempo con ellos que con su propia familia. Las menores declararán esta mañana.