Natalia Rodriguez durante la carrera de 1500 metros. | DOMINIC EBENBICHLER

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Natalia Rodríguez y Sergio Sánchez alcanzaron la cima de sus carreras con sendas medallas de plata que redondean una gran actuación española en los Mundiales de Doha, después de la medalla del mismo metal que obtuvo el sábado la saltadora de altura Ruth Beitia.

Dos años después de conseguir en Valencia una sola presea, y de bronce, un equipo español más reducido que nunca (14 atletas) recuperó el orgullo en el Aspire Dome de Doha, donde Natalia encontró alivio a su desgracia de Berlín con su primera medalla internacional.

Siete meses después de ser desposeída del título mundial de 1.500 al aire libre por derribar a la etíope Gelete Burka, a la que hoy derrotó, Natalia ha pisado su primer podio internacional. La victoria fue para otra etíope, Kalkidamn Gezahegne, con 4:08.14, pero la española derrotó a su «espinita» en un furioso esprint.

El trauma de Berlín había llenado de ansiedad a la tarraconense, que necesitaba una medalla en esta «primera competición importante para dejar atrás aquello». La beneficiaria de aquél percance, la bahrainí Maryam Jamal (campeona), estaba ausente.

La keniana Irene Jelagat, recalificada para la final tras caerse en su serie, marcó el ritmo en el primer 500. Natalia iba retrasada en el grupo pero progresó cuando las dos etíopes tomaron el mando a tres vueltas del final.

A 400 metros de la meta la española se puso cuarta y al entrar en última vuelta ganó la cuerda, perdió dos puestos antes de la curva pero batió a todas menos a Gezahegne en la recta final de meta.

Quince minutos después, Sergio Sánchez dio a España la tercera medalla al llegar segundo en 3.000 metros por detrás del estadounidense Bernard Lagat, mientras que Jesús España redondeó el éxito español con el sexto puesto.

Lagat marcó un tiempo de 7:37.97, Sánchez invirtió 7:39.55 y el podio lo completó el keniano Sammy Mutahi con 7:39.80. El etíope Tariku Bekele, cuarto, perdió el título que ganó en Valencia.

El keniano Augustine Kiprono Choge, controló el ritmo en las primeras vueltas. A su espalda marchaban Jesús España y los dos etíopes, mientras Sergio cerraba el grupo, aparentemente tranquilo.

El primer kilómetro se cubrió en 2:36.19 e inmediatamente Sergio progresó hasta el tercer puesto, a rebufo de Bekele y Gebremeskel. Por el contrario, España caía a cola de grupo.

La carrera discurría sin novedades. Los etíopes, que seguían tirando, pasaron el segundo mil en 5:12.32. España hizo un amago de quedarse cortado pero recuperó. A tres vueltas Bekele se llevó consigo al estadounidense Bernard Lagat. Sergio quedó tercero en tierra de nadie. Al toque de campana Lagat se fue incontenible hacia la victoria y Sánchez, en una rabiosa reacción, alcanzó la medalla de plata.

El sudanés Abubaker Kaki revalidó su título mundial de 800 metros con un tiempo de 1:46.23 y el sevillano Luis Alberto Marco, subcampeón de Europa, no pudo escapar al último puesto, con 1:48.99.

Marco se había clasificado sin problemas para la final, ganando su serie sin ser atacado por sus rivales pero se sentía «muy cansado», pese a lo cual prometió no ser «un espectador en la final».

Kaki partió como una exhalación, dejando al español cerrando el grupo. Pasó los 400 en 52.18, con todos en fila india, y Marco no tuvo fuerzas para abandonar la última posición.

Felipe Vivancos tuvo una salida traumática del Mundial pues fue descalificado en semifinales de 60 metros vallas. Salió de tacos en 61 milésimas y el límite está en cien.

Por tercera vez en una semifinal en grandes campeonatos, pues ya llegó a la penúltima ronda en los Juegos de Atenas 2004 y en los Mundiales en sala de Birmingham 2003, Vivancos fue inducido a error, explicó, por el alemán Alexander John. «Se ha movido. Me han echado por él. Yo me he movido por él, pero tampoco es excusa. Había que aguantar hasta el disparo», declaró a EFE el palmesano.

Digna Luz Murillo, debutante con la selección española en un torneo oficial, cerró su participación con un notable cuarto puesto en la tercera semifinal de 60 metros lisos y una marca de 7.33 cercana a sus expectativas. Habitualmente lenta en la reacción al disparo, partió en 170 milésimas y terminó cuarta pero eliminada.