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Partiendo de los parámetros que marcan su obra reciente y acercándolos a la naturaleza de la Vall, Francesca Martí presta su arte al semanario Sóller con motivo de los 125 años de la publicación. La artista, residente en la localidad, ha creado un logotipo conmemorativo y un lienzo que ilustrará la portada de la edición especial de la revista, que se publicará en julio coincidiendo con la fecha del aniversario.
Para el logotipo Martí ha diseñado, utilizando pintura de agua, una libélula negra de alas coloreadas de naranja y amarillo. Este insecto figura también en la obra que aparecerá en la primera página del número conmemorativo. Allí la barratxina, como la conocen en Sóller, se encuentra con una figura humana que representa una gota de agua en contacto con la naturaleza. «En estos momentos la creencia que más me llena es el contacto con la naturaleza», explica la artista. «Es lo que me rodea. Los animales, las flores, las hojas o los troncos me generan una gran atracción. Es la naturaleza que está en la vida y va hacia la muerte». Esta observación del entorno es al fin y al cabo «una observación de nosotros mismos. Es una reflexión sobre dónde estás y dónde te encuentras, con qué estás en contacto».
Gotita
Las creaciones de Martí para Sóller parten del proyecto Droplet, que inició con el saltador de trampolín australiano Matt Mitcham, ganador del Oro en Pekín. El deportista olímpico, gran amante del arte, fue fotografiado y grabado por la artista, que lo convirtió en esa «gotita» de agua (droplet, en inglés) y lo rodeó de naturaleza. «Al observarle le vi rodeado de los elementos naturales que siempre han formado parte de mis piezas. Matt se convierte en gota y se multiplica en todos los sentimientos que se puedan expresar».
Ahora, en sus nuevas obras, Martí reincide en esta filosofía y plasma «un diálogo que se expande a toda la sociedad de Sóller. A través de la libélula y la 'gotita' trasmito lo que yo observo en la sociedad». En los colores amarillos y anaranjados, Martí puede identificar «la luz de una puesta de sol, durante la cual insecto y agua deciden explorar juntos la luz de la vida». La vida presente en la Vall reflejada durante 125 años en el semanario Sóller.