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Sólo una dirigente del PP, la presidenta de ese partido en Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho se salió ayer del guión (evitar cualquier comentario sobre lo que debe hacer el ex president balear hasta que se pronuncie la dirección en las Islas) y aseguró «no podemos permitir que [Matas] siga».
La presidenta de los 'populares' en Catalunya, en unas declaraciones a TV3 recogidas por Efe, dijo sentirse «decepcionada» por toda la información que se ha hecho pública en relación con Matas y abogó porque la justicia «llegue hasta el final» en la depuración de responsabilidades» y expresó su deseo de que «el peso de la ley caiga sobre todos».
Sánchez-Camacho indicó que «no podemos permitir que siga y confió que deje el partido «de motu proprio».
Esperar
Ningún otro dirigente estatal o balear del PP fue tan rotundo. Rajoy no dijo nada y fue la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, quien trasladó la posición oficial del partido.
Mato, preguntada al respecto, afirmó que será el PP de Balears el que «tenga la primera palabra» sobre si suspender o no de militancia» a Matas, imputado por presuntos delitos de prevaricación, cohecho y blanqueo.
«El PP de Balears será el primero en tomar una decisión al respecto y adoptará la decisión que crea conveniente», afirmó Ana Mato, en una rueda de prensa ofrecida durante su visita a un centro de acogida a personas sin hogar en Madrid.
Asimismo, la dirigente 'popular' evitó pronunciarse sobre si el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, debe decidir sobre la situación de Matas, al que el juez ha impuesto una fianza de 3 millones de euros y ha retirado el pasaporte por posible riesgo de fuga.
Ningún líder del PP balear se atrevió ayer a pedir públicamente la marcha de Jaume Matas, insistiendo en que será mañana cuando se tome la decisión una vez que el juez haya formulado su auto.
«No soy yo quien tiene que decir lo que debe hacer», comentó ayer el portavoz de los 'populares' en las Islas, Miquel Ramis, quien dijo no tener constancia de que el president hubiera enviado comunicación alguna con su baja.
Fuentes del PP, aunque a título personal y con el deseo de que su opinión se vea identificada, señalan que el ex president debería renunciar. De hecho, desde que dejó la vida política, tras las elecciones, no ha mantenido vida de partido ni ha participado en el proceso de renovación del partido. Lo último que hizo fue designar a Estarás para dirigir el PP.