El proyecto de Costas contempla la demolición del antiguo «Escar dels Duralls» para habilitar merenderos. | Elena Ballestero

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La Demarcación de Costas de Balears planea ejecutar en 2012 un ambicioso proyecto de recuperación de la Cala Sant Vicenç que incluye, además de la regeneración artificial de la playa de Cala Barques, el derribo de los tradicionales embarcaderos de pescadores y su sustitución por nuevas infraestructuras que acogerán merenderos. El proyecto prevé también la construcción de un paseo peatonal que conectará Cala Molins con Cala Carbó, la instalación de un parque infantil al pie del hotel Don Pedro y la habilitación de un aparcamiento para remolques en Cala Molins con capacidad para cuatro vehículos.
La actuación se realiza a petición del Ajuntament que considera que la zona ha quedado demasiados años fuera de los planes de embellecimiento que Costas ha ejecutado en otras partes de la Isla, si bien el proyecto está en fase inicial y no ha sido presentado oficialmente al Consistorio.
En contra
El director insular de Patrimoni, el pollencí Gabriel Cerdà, que ya paralizó en 2002 la regeneración artificial de Cala Barques siendo entonces regidor de Medi Ambient, no ha tardado en reaccionar y ayer anunció que su departamento informará desfavorablemente a la propuesta por los posibles daños que la extracción de arena puede causar sobre el barco griego hallado en la zona a raíz del temporal de 2001. Patrimoni estudia declarar Cala Barques como zona arqueológica. En su informe, los técnicos avanzan que «se ha de considerar Cala Barques y Cala Clara un gran yacimiento arqueológico merecedor de la máxima protección patrimonial. Por tanto, la cautela patrimonial no puede reducirse solo al ámbito más próximo a los restos de la embarcación griego, ya que sabemos que el resto del fondo marino contiene evidencias de la existencia de más embarcaciones antiguas».
Patrimoni advierte así que «no se podrá llevar a cabo ninguna intervención que suponga remover el depósito marino si antes no se ha llevado a cabo una intervención de documentación y extracción, si cabe, de materiales arqueológicos subacuáticos».
Al margen del valor arqueológico de Cala Barques, el director insular Gabriel Cerdà defiende el valor etnológico de los antiguos embarcaderos de pescadores. «El embarcadero dels Duralls forma parte del pasado pesquero de la Cala», dice Cerdà. El director insular recuerda la vinculación del embarcadero con La Polar, la última barca tradicional pesquera de Cala Sant Vicenç, ahora en proceso de restauración.
El PSM de Pollença presentará una moción al próximo pleno municipal para instar a Costas a no ejecutar el proyecto tal y como se contempla actualmente además de solicitar la inclusión de los embarcaderos en el catálogo municipal de patrimonio.
Desde el Ajuntament el alcalde Joan Cerdà y la delegada del Moll, Francisca Ramon, advierten sobre la «necesidad» de intervenir en cala Barques y agradecen la celeridad de Costas al proyectar la reforma. Se quejan de «deslealtad» por parte del director insular y aseguran que el proyecto aún puede sufrir modificaciones.