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El prestigioso compositor austriaco Paul Walter Fürst sueña con poder estrenar en el Teatre Principal de Palma su nueva ópera, Catalina Homar: Una Llegenda Mallorquina, centrada en la figura del archiduque Luis Salvador y en la trágica vida de su amante Catalina Homar, que se estrenó con gran éxito en Viena.
La futura puesta en escena en Mallorca se encuentra «en manos del Consell de Mallorca», del que no han obtenido respuesta, y su intención es que «el estreno sea este año, aunque ya es un poco difícil», reconoce el artista. «La idea era estrenar la ópera a finales de este año, con motivo del centenario del nombramiento de hijo predilecto de Palma del archiduque Luis Salvador», aclara Walter Fürst, aunque la verdadera pretensión del austriaco es «dar a conocer la persona de Catalina Homar», personalidad por la que siempre ha sentido «pena». «Mi mayor problema se dio cuando me di cuenta de que no se sabe nada sobre Catalina», y «es una biografía con muchos huecos».
Su admiración por la vida del archiduque comenzó para Walter Fürst cuando «descubrí que había vivido aquí, empecé a a leer e investigar sobre él». Desde el principio, le llamó la atención la peculiar «relación» entre el archiduque y Homar, «siendo él un científico, culto y de una familia importante» y ella, «una chica pequeña y sencilla de un pueblo de Mallorca». Todo siempre bajo un prisma de «leyenda», ya que «nadie sabe exactamente lo que ocurrió».
Catalina Homar: Una Llegenda Mallorquina está compuesta de un acto dividido en siete escenas y cuenta con 13 solistas y una orquesta compuesta por 33 personas y 2 guitarras. Walter Fürst desarrolla la acción en dos escenarios bien diferenciados. En Mallorca, en parajes como s´Estaca y Son Marroig, donde tiene lugar la «parte más alegre de la obra», y por otro lado, el «dramatismo» surge en un escenario muy diferente, el Palacio Imperial de Austria. El autor ha introducido personajes de ficción en la historia para «otorgar de mayor dramatismo y dinamismo a la obra».
«Tengo un sueño, hacer la ópera una vez al año en Mallorca, por la cultura y para recordar la importante figura del archiduque», confiesa el austriaco. «Quiero y deseo que se haga aquí en Palma, porque por eso la he compuesto», sentencia Walter Fürst.